Las profesoras Ana Garrido y Dolores Pérez, investigadoras de la Escuela Técnica de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba y responsables de los grupos de trabajo Microsensores NIRS y plataformas ICT y Actividades de demostración, son las encargadas de liderar dos de los paquetes de trabajo del proyecto Foodintegrity, incluido en el 7º Programa Marco de la Unión Europea.

Este proyecto es considerado uno de los mayores trabajos de investigación en el Área de Seguridad y Trazabilidad alimentaria del mundo, contando con la participación de varios países europeos y China. Más concretamente, un total de 18 países de Europa.

Con el objetivo de evitar fraudes en la industria alimentaria europea, Foodintegrity busca establecer lazos de unión entre todos los participantes de dicha industria, con el fin de profundizar en la autentificación de productos alimentarios y en la protección de productos europeos con alto valor añadido. Además, el proyecto, que tiene una duración de 5 años (comenzó en el año 2014 y está estimado que finalice en el 2018), se centra en desarrollar sistemas que aseguren la calidad, autenticidad y seguridad de la cadena alimentaria, contribuyendo a mejorar la confianza del consumidor.

La Universidad de Córdoba, en coordinación con la University College de Londres y las empresas Ibesa y Aunir, tiene como objetivo implementar en la industria un sistema que integre sensores NIRS de bajo coste y tecnolongías de información para controlar los procesos y el etiquetado de los productos. El sistema garantiza así la integridad y la imagen internacional del jamón ibérico de bellota, cuyos resultados serán presentados por ambas investigadoras en el congreso que se celebrará en Parma (Italia) en el mes de mayo y en la conferencia internacional NIRS 2017 de Copenhague (Dinamarca).

Cuando el proyecto que Ana Garrido y Lola Pérez están desarrollando acabe sería posible el tener en la pantalla de una tablet un análisis instantáneo de la composición de ácidos grasos y una autentificación de la canal (según la nueva norma de calidad del ibérico), como perteneciente a la categoría 100% ibérico de bellota (etiqueta negra). El proyecto pretende incorporar toda la información analítica procedente del sensor, además de toda la información disponible de pureza racial, la dehesa donde se ha criado o el tiempo de curación, en una aplicación que permita a los usuarios de ese sector acceder a través de cualquier dispositivo a la información correspondiente a cada pieza individual. Se trataría así de una nueva forma de etiquetado y trazabilidad de un producto que alcanza grandes precios en el mercado.