Recientemente, un estudio de la revista Andalucía Económica revelaba que más del 36% del alumnado universitario andaluz «tiene vocación emprendedora». Unos datos que han aumentado en 5 puntos con respecto al año pasado. La Universidad de Córdoba es uno de estos centros que tiene el emprendimiento como una de sus prioridades, consiguiendo la creación de una veintena de empresas con éxito en los últimos 3 años. «Gracias al programa Yuzz, hemos conseguido que existan 20 empresas» y ahora su coworking. «Si tengo un emprendedor que ha creado una empresa con éxito, por qué no hacemos que entre los otros emprendedores, y nosotros como universidad, generen negocio y así se retroalimenten», destaca Librado Carrasco, coordinador general de Prácticas en Empresa y Empleabilidad de la UCO.

Pero dentro de la cultura emprendedora de la universidad, la creación de negocios y su acompañamiento es la última fase del proceso. «Entendemos que tiene que estructurarse como una pirámide con una base de sensibilización. Y tras ella se encontrarían la formación, la creación y su acompañamiento», destaca el coordinador. Aunque, conscientes de que «no a todos les llama la atención lo mismo», este servicio enmarcado dentro del Vicerrectorado de Innovación, Transferencia y Campus de Excelencia de la UCO aborda la base de sensibilización de muchas maneras. «Queremos que se acerquen al emprendimiento y, por ello, hacemos diversas actividades dirigidas a públicos diferentes, de manera que las personas se acerquen al mundo del emprendimiento por diferentes intereses», como es la actividad Ideas Factory, celebrada este fin de semana o la Cátedra Santander de Emprendimiento.

Yuzz y su colaboración con la Diputación, dentro de la segunda fase de formación, repartió el pasado año cerca de 12.000 euros para la creación de empresas, a los que se les unen los cursos gratuitos en colaboración con la EOI o las becas Open Future y Talentum. Por encima de la formación, se sitúa la creación de estas ideas. Algo «fundamental», ya que es la parte que implica la ayuda económica para la materialización de estas empresas.

Es aquí, en la fase de creación, donde se encuentra la «pieza angular» del emprendimiento en la universidad, el Plan Propio Galileo, según el vicerrector de Innovación y Transferencia, Enrique Quesada. «Es una herramienta fundamental, donde se cierra el ciclo de la transferencia». Un plan que incluye numerosas actividades de acercamiento al tejido empresarial y al desarrollo de modelos de negocio y el potencial emprendedor. Ya que, como resalta Quesada, «es muy importante el cultivo del espíritu emprendedor, pero más allá de la propia aventura empresarial. Nuestros egresados deben tener ese algo intangible que supone ser emprendedor, ser foco de ideas e innovación en cualquier entorno, además de saber escuchar al tejido empresarial y tener feedback», concluye el vicerrector.