Unos 24 años de edad, cinco meses y algo menos de 300 euros. Esos son los datos de los perfiles medios de los jóvenes universitarios que eligen disfrutar de la posibilidad de realizar una beca Erasmus durante sus estudios superiores. Según la Comisión Europea, cada mes de noviembre son más de 250.000 estudiantes europeos los que comienzan sus trámites para participar en el programa Erasmus, que en sus tres décadas de historia ha beneficiado a más de 9 millones de estudiantes de 33 países distintos.

Uno de los momentos claves de solicitud de la beca se sitúa en este mes, cuando se comienzan los trámites, para los cuales hay que tener una serie de consideraciones y puntos de interés a la hora de elegir bien el futuro destino Erasmus, ya que la elección del país marcará el idioma que se aprenderá de manera fluida durante la estancia, así como el coste que tendrá esta experiencia universitaria.

La dotación económica y cómo utilizarla es quizás la principal preocupación de los jóvenes que buscan destino Erasmus. Por ello, los países de destino más elegidos por estos suelen coincidir con aquellos en los que el alojamiento resulta más económico, ya que es la parte de la estancia en el extranjero que mayor proporción gasta del total de la beca. Por regla general, una manera de ahorrar costes a la hora de buscar alojamiento es la de elegir una habitación en un piso compartido. En este sentido, son Roma, Berlín o Bruselas los destinos que cuentan con el alquiler de habitación mensual más asequible, rondando los 500 euros de media, frente a los más de 600 euros (e incluso 700) que costará a los estudiantes que hayan elegido Londres, Dublín o París como destinos.

Junto al alojamiento, el transporte y la oferta de ocio son los otros dos factores que los estudiantes suelen tener en cuenta a la hora de elegir lugar de residencia en su Erasmus. En esta ocasión, Madrid y Milán son dos de las ciudades con los abonos mensuales de transportes más económicos con un precio de cerca de 20 euros, encabezados por Bruselas, que se desbanca y posee una oferta de abono de 7,5 euros al mes. Por el contrario, en Londres puedes llegar a gastarte más de 60 euros en transporte al mes o la friolera cantidad de 110 euros de Dublín.

En cuanto al ocio, cada vez son más comunes los países que ofrecen una amplia variedad de monumentos y sitios de interés a coste cero o con bonificaciones para aquellos jóvenes que tengan sus carnets de estudiantes. Al ocio residente en los bares, pubs o salidas nocturnas, los precios varían según la zona y costumbres y, claro está, el aguante de cada joven estudiante. No obstante, aunque la economía es un punto importante, la experiencia vital que estos jóvenes van a disfrutar en su etapa universitaria es algo a lo que no se le puede poner precio.