Más de mil macetas ha sido necesario reponer para que los patios incluidos en la ruta del Alcázar Viejo hayan podido abrir sus puertas en las óptimas condiciones. Después de un verano de intenso calor, el otoño ya está aquí y con él seis recintos han abierto con la mejor de sus caras, la que les ha valido la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Geranios y gitanillas, símbolo de esta fiesta y cuya hoja perenne resiste bien la temperatura, o macetas con portulacas o jazmines. Los propietarios de los seis patios se han esmerado para dejar de manifiesto que su tarea no es puntual, sino que se realiza ininterrumpidamente durante todo el año, y que puede ser disfrutable también sin colas y con una temperatura menos extrema.

Los espacios que se pueden visitar son San Basilio, 14; la ermita de Belén; Martín de Roa, 2; San Basilio, 40; Postrera, 28; y Duartas, 2. El horario establecido es de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.00, todos los días excepto los martes y los domingos por la tarde durante los meses de septiembre y octubre. Ya en noviembre y diciembre, la apertura se realizará en el mismo horario, pero los viernes, sábados, domingos y lunes. Los pases se deberán sacar en San Basilio, 14. Uno de los principales atractivos de esta temporada es la reapertura de San Basilio 40 tras la intervención realizada durante el verano por sus propietarios para recuperar parte del recinto, principalmente la antigua cocina comunitaria, el suelo empedrado y el pozo.

La temporada de otoño empezó el pasado 18 de septiembre y se extenderá hasta el 14 de diciembre, ya que la mayoría de los recintos tienen previsto participar en la actividad 'Navidad en los Patios'. El precio de la visita es de seis euros por persona, cinco si son grupos (a partir de 25 personas) y gratis para niños menores de 12 años. La peculiaridad de esta ruta, para la que hay reservas cerradas desde el pasado mes de agosto, es que el pase incluye seis tickets independientes, para las seis casas, que no caducan y que permiten diseñar tu propio recorrido. "Eso da mucha libertad a los que vienen porque saben que no tienen que andar con prisas y que pueden comprar un ticket un fin de semana, ver dos o tres patios, y volver dentro de un mes y continuar la ruta con el resto", explica Luis Guillermo Alba, portavoz de la empresa responsable de la ruta.

La visita, en este caso, no es guiada, lo que permite a los visitantes dedicar el tiempo que quieran a cada recinto. "No hace falta seguir a una persona, sino que pueden entrar en una casa, sentarse tranquilamente con el propietario sin prisas, charlar sobre las plantas o, si llegan a un patio y ven que hay mucha gente en ese momento, pueden irse a otro de la ruta para volver después", apunta Alba.

En cuanto a la organización de las visitas de los centros escolares, los colegios que acudan dispondrán de monitores y animadores culturales que les ofrecerán distintas opciones entre las que los centros podrán elegir. Así, tendrán la posibilidad de visitas teatralizadas e interactivas, en las que charlarán, por ejemplo, con un biólogo sobre las plantas y después podrán desde elaborar una pintura en el patio a trasplantar una maceta, elaborar un jabón o un perfume al estilo tradicional... La ruta también ha diseñado una serie de actividades y talleres culturales para los más mayores.