No escribió ni una sola palabra. Tampoco utilizó ninguna frase. Pero Gerard Piqué, justo después del segundo gol de Cristiano Ronaldo, en clarísimo fuera de juego, decidió publicar un tuit singular. Un tuit con tan solo tres puntos suspensivos cuando el Madrid había equilibrado la eliminatoria en la prórroga.

Piqué estaba asistiendo desde su casa (el Barça no se concentra tampoco antes de los partidos europeos) al choque entre el Madrid y el Bayern, cargado de polémica porque dos de los tres goles de la estrella portuguesa eran en fuera de juego. Unas infracciones que Víktor Kassai, el colegiado húngaro que había expulsado a Arturo Vidal por una segunda amarilla en la que no había ni falta, no vio en ningún momento.

A la media hora de publicar ese singular (y mudo) comentario en su cuenta de Twitter se habían registrado ya más de 85.000 retuits, teniendo también más de 60.000 me gusta. Además, hasta 17.000 respuestas se dirigían directamente al central azulgrana.