En este país es más fácil cobrar una nómina mensual que trabajar. Rentabilizar las funciones en la administración pública y otras muchas empresas españolas, con gran cantidad de empleados, son parte del problema que afecta negativamente a la economía nacional. Cualquier ciudadano, sin inmiscuirse en la funcionalidad de estos sistemas, es capaz de detectar la dejadez y la desidia con que se actúa en no pocos de estos puestos de trabajo. Esa desgana con la que se hace acto presencial, durante la jornada laboral, pensando cínicamente en el ingreso mensual del salario o la fluctuante tasa de paro nacional, inciden en las obesidades, tanto de sus egos como la de sus fofas y abandonadas carnes. Tener trabajo remunerado y ganárselo, son una de las claves fundamentales para recuperar el maltrecho tejido económico; roto, en parte, por la picardía nacional y recíproca del: ”me engañarán en el sueldo, pero no en el rendimiento laboral…” Uno de los factores para el dinamismo económico-social viene dado por la capacidad de responsabilidad que cada uno de los que participan, aporten generosamente al sistema. ¡Déjense de mirarse el ombligo, por favor!