¿Por qué estar dominado dentro de esta mente calenturienta? ¡Me niego! No soporto, por un segundo más, esta triste realidad, que me deja insensible hacia el camino de la libertad. Me gustaría ser música y viajar a través de las moléculas del aire. Anunciando la liberación definitiva de esta esclavitud. Con un armonioso acorde de libertad transmitiría mi repulsa hacia esa línea plana y monocorde que usamos en nuestra desafinada mente. Quiero viajar libremente a través del aire. Sin rumbo fijo. Sin horarios. Sin absurdas obligaciones e inertes proyectos por demostrar. Una fugaz libertad, que pasará afinadamente al mismo ritmo que lo hace esa música que nos permite soñar y viajar por unos instantes. Aunque sea en tercera clase.