Tras las elecciones de ayer, he de decir que me ha parecido bastante desconcertante y desapacible la inesperada victoria del PP, con 137 diputados; catorce más que en el 20 de Diciembre. Esto, no significa que el PP vaya a gobernar solo, ya que, al no tener mayoría absoluta, no tendrá más remedio que pactar con alguna otra fuerza política (PSOE o Ciudadanos), para poder por fin formar gobierno tras siete duros meses sin presidencia . Aún no soy capaz de entender, que tras cuatro arduos años de corruptela, desahucios, suicidios, hambrunas, paro y desigualdad; el pueblo haya decidido votar a los mismos partidos corruptos de siempre (está claro también que el PP, no es el único corrupto aquí, sino también el PSOE). Curiosamente, y relacionado con este tema, hoy he sabido de la existencia una extraña afección conocida como Síndrome de Estocolmo, el cual se produce cuando una víctima excusa y agasaja a su maltratador; lo que me lleva a pensar que desgraciadamente muchos de nosotros lo padecemos. Ante esta lamentable situación política, no tengo nada más que decir que ¡disfrutemos de lo votado!