Dentro de unos días tocará pasarse, el que así lo decida, por delante de las urnas con la decisión electoral en la recámara. Las tormentas de los elegidos en la legislatura anterior, nos dejaron unos lodos nada fáciles de obviar en nuestra decisión de voto; debido, sobre todo, a los malolientes barros que los trajeron. Aún así, nuestro espíritu democrático se mantiene firme. Aquí, como en el fútbol, lo que más valen son los goles. Así que, señores, al igual que en las quinielas futbolísticas, afinen el resultado, y revisen concienzudamente, tanto las defensas como las delanteras de los distintos grupos políticos que componen el gran ‘partido’ del 24M. Como guardametas ya jugamos los ciudadanos; pues, como siempre, somos los que encajaremos la goleada.