Un cartel de altos vuelos acogió ayer en el coso del Pino de Sanlúcar de Barrameda, que registró una gran entrada para la ocasión. Llegaba El Juli, amo y señor de las plazas y ferias de la provincia de Cádiz, sobre todo después del rotundo triunfo de cinco orejas y un rabo de hace siete días en El Puerto de Santa María. Y con él un Alejandro Talavante que siempre levanta expectación allá por donde va, y Cayetano Rivera, que, posiblemente, se encuentre inmerso en le mejor momento de su carrera. Y la tarde no pudo darse mejor. Triunfo total de los tres, con el momento álgido de la faena de El Juli al cuarto, al que se le premió con la vuelta al ruedo en el arrastre. El madrileño estuvo arrollador de principio a fin. El toro fue extraordinario, muy noble y enclasado, lo que permitió a Julián cincelar tan excelsa y vibrante obra.