Alguien tenía que poner el dedo en la llaga y fue la Federación Provincial Taurina, que organizó una mesa redonda para analizar la situación de la tauromaquia en Córdoba, acto enmarcado en el XXV aniversario de su fundación. Esta cita taurina estuvo respaldada por un gran número de aficionados que completaron el aforo dispuesto en la plaza de toros. Y frente a ellos, cuatro espadas de primer orden que fueron desgranando sus opinión y análisis al respecto. José María Montilla, decano de los matadores de toros cordobeses, resumió así su intervención: «Hace falta un empresario joven y emprendedor que quiera a Córdoba, con éxitos contrastados en otras plazas. Hay que publicitar la feria con tiempo y trabajar en su difusión. Córdoba necesita un torero que devuelva la ilusión. Los empresarios deben de ayudar organizando novilladas sin caballos. Ahí está el futuro. Hace 50 años los empresarios en Córdoba ayudaban a los chavales. Hoy no hay ayuda ni empresarial ni institucional.

Por su parte, el joven ganadero Ramón Sánchez concluyó «al toro le falta casta y raza. El ganadero, como empresario, ha hecho decaer la bravura del toro. Ahora se cría un toro como un buey. Hoy por hoy, Francia da más categoría a la fiesta que España. Aquí no puedes decir que eres ganadero, te llaman asesino. Si el toro funciona, no hacen falta subvenciones. En Córdoba nunca nos llaman a los ganaderos cordobeses, que tenemos variedad de encastes. De que nos sirve tener una dehesa magnífica si el reconocimiento no existe».

En su turno, el periodista taurino Rafael Cobo señaló que «los pueblos le han dado una lección a Córdoba en la organización de eventos taurinos. El futuro está en la cantera. Hay que dar novilladas para que surja ese torero que hace falta en Córdoba. Los llamados festejos populares son una manera de que el espectador, que acude masivamente, se acerque al toro. Hace unos años, cuando se barajó la posibilidad de bajar la plaza a segunda categoría, se trazó un libro de ruta del que nunca más se supo. Las empresas, ganaderos y toreros no tratan a Córdoba como plaza de primera, por su afición, prestigio e historia. Hay que exigir al empresario que venga que cumpla con la afición. Y terminó preguntándose: «Si la provincia funciona en manos de empresarios jóvenes, ¿por qué Córdoba no?». Cerró el turno el aficionado e investigador taurino Antonio Portillo: «A Córdoba no han venido empresarios adecuados y gran parte de culpa la tiene la propiedad. La plaza de toros ha sido tradicionalmente plaza de novilladas y siempre de temporada y no de feria como viene sucediendo desde hace bastantes años. La situación económica ha cambiado y ahora no se puede rentabilizar el canon que impone el consejo de administración. Había que adjudicar la plaza a canon cero dejándole al empresario los gastos que genera el coso. Hay que crear afición. Córdoba hoy destaca mas por sus ganaderías que por sus toreros, sería bueno especializar la plaza en torista, ya que no existe ninguna en Andalucía».

Aún tuvieron los componentes de la mesa otra intervención en la que coincidieron en manifestar que «la fiesta en Córdoba está por los suelos». Aniceto Méndez, moderador y conductor del acto, dio la palabra a los aficionados asistentes, que se solidarizaron con las opiniones vertidas por la mesa. H