Según la web mundotoro.com , la Feria de Pentecostés se abrió con un lleno que representó el interés despertado por la tarde. Por encima de orejas sobresalió el poder de El Juli, que salió por la Puerta de Cuadrillas y rozó la de los Cónsules, y la torería de Morante, que cortó una oreja y perdió otra más por la espada.

La faena de mayor mérito fue la de El Juli al sexto, un toro hondo que llegó a la muleta rebrincado. Estuvo enorme el torero en una labor larga, de paciencia, de ir haciendo paso a paso al toro. Lo metió primero en la muleta para, una vez, sujetado, hacerle de todo. Tenía las dos orejas, pero un pinchazo dejó el premio en una.

Morante de la Puebla, por su parte, tuvo una tarde muy destacada en Nîmes. Por encima de su balance. Arrancó en blanco pues en el primero molestó mucho el viento. Fue muy distinto el guión en el tercero, un toro manejable. Sobre el pitón derecho, ejecutó una lidia con mucha suavidad. Tras una estocada paseó una oreja por el albero francés.