Seis astados de la ganadería de Parladé, todos, excepto el segundo, terciado, muy bien presentados y que se han dejado, de buen juego en líneas generales. Los mejores, el primero y el quinto, aplaudidos en el arrastre.

Rafaelillo, ovación tras aviso, silencio tras aviso y dos orejas.

Castella, ovación, oreja y oreja.

Los diestros Rafaelillo y Sebastián Castella, que han empatado a dos orejas, salieron ayer a hombros de la plaza de toros de Murcia en la primera corrida de feria, que había quedado en un mano a mano tras la caída del cartel de Cayetano por lesión. Rafaelillo ha tenido el toro que le ha servido para realizar su toreo en el último de su lote, de excelente lámina y que se ha dejado. Se ha fajado con el primero, y con la muleta anduvo siempre muy aseado, aunque perdió la oreja por el mal uso de los aceros. En su segundo no llegó a acoplarse con el morlaco, un tanto falto de fuerza y que ha durado poco.

Castella pasó un tanto desapercibido en sus dos primeros enemigos, en los que anduvo de puntillas. El auténtico Castella se hizo presente en el que cerró plaza, un toro al que ha faltado algo de continuidad en las embestidas, pero que cuando ha acudido a la muleta lo ha hecho con nobleza y metiendo bien la cabeza. El diestro francés ha estado elegante, con un toro muy templado y con la figura siempre erguida.