El diestro peruano Joaquín Galdós inauguró ayer a lo grande la feria del Corpus de Granada, con la primera salida a hombros del serial, merced a una entregadísima actuación, en una tarde en la que Álvaro Lorenzo también rayó a buen nivel, pero perdiendo el triunfo por su mala espada. El primero de Galdós fue un toro en el límite de fuerzas y raza, pero duró lo suficiente para que el limeño pudiera entregarse completamente a lo largo de una faena vistosa, variada y con momentos también de buen toreo sobre todo por el pitón izquierdo. Los tendidos vibraron con él y logró una oreja. Y otra más logró del sexto, con el que tuvo que meterse entre los pitones para argumentar otra faena de buena actitud y notable entrega, a pesar de que el toro no tenía nada dentro.