Los novilleros sevillanos Pablo Aguado y Rafa Serna, han expresado su ilusión ante su próxima alternativa como matadores de toros en el primer festejo de la feria de San Miguel de Sevilla el próximo fin de semana. En declaraciones a Efe, Aguado ha asegurado que se encuentra mejor y más preparado que al inicio de la temporada, ha mostrado su alegría por su participación en la feria, sobre todo tras la presión y el percance que sufrió a comienzos de año en Madrid y ha subrayado: "He acabado con mejores sensaciones que como empecé".

La misma ilusión la comparte Rafa Serna, que tras su paso por la Maestranza en el verano de 2014, ahora vuelve al coso sevillano afirmando que "las ganas de torear, de estar en la plaza y la ilusión permanecen", aunque ahora se suma "el sentido de la responsabilidad", algo que, a sus 21 años, ha ido adquiriendo desde sus inicios a los 16.

Aguado ha relatado su formación, los años de novillero y la generación de nuevos toreros a la que pertenece, surgida a raíz de un festival organizado por la hermandad del Rocío de Triana. "En aquel festival del Rocío toreamos todos por primera vez. Me encanta recordarlo pero ahora todo comienza de nuevo", ha rememorado Aguado sobre ese festejo, en el que también participó Rafa Serna, novillero con el que ha mantenido una gran rivalidad y que tomará la alternativa al día siguiente de su propio doctorado, en la segunda tarde de la feria de San Miguel.

Pablo Aguado ha valorado esas trayectorias paralelas recordando "el pique sano de los partidarios de uno y otro" y su compañero Serna ha añadido sobre esta cuestión que "la rivalidad nos la transmitían nuestros amigos, los familiares, el ámbito cercano. Eso ayudó a darnos bola y creo que los dos hemos respondido".

Serna ha evocado sus inicios en su debut de Valverde del Camino (Huelva) y ha relatado que "fue el primer novillo que le brindé a mi madre y la primera vez que me vestí de luces". Ahora que Rafa Serna está a unas horas de convertirse en matador ha insistido en mostrar su ilusión por volver a la Maestranza, donde se dio a conocer, y que, según sus palabras, "me ha dado todo y es mi tierra, mi casa, la plaza que siempre he soñado. Ahí se han criado mis ilusiones y vi mi primera corrida de toros".

Aguado también coincide en esa alegría por torear en Sevilla: "Estar a la altura de la afición de Sevilla es muy difícil y llegan los momentos de duda, de presión, pero todo eso se suple con la confianza en uno mismo" reflexiona, y añade que esa confianza sólo llega con "el entrenamiento, viviendo en torero y buscando el sentimiento interior que hayas sentido antes en la plaza". Ha destacado los sacrificios que exige dedicarse al toreo, que "te alejan de los tuyos, de tus amigos", aunque ha matizado que "todos esos sacrificios son irrisorios al lado de las satisfacciones que otorga torear a gusto a un toro".

Lo que sí tienen claro ambos novilleros es que esta Feria de San Miguel supone un punto de inflexión para sus carreras: "Se trata de empezar de cero", declara tajante Aguado, y similar sentimiento expresa Serna, que concluye: "Lo anterior no importa".