El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza ha sido el triunfador de la corrida de la especialidad que cerraba el ciclo taurino de la Feria de Mayo. El navarro ha obtenido dos orejas en su segundo toro gracias a una labor muy completa y ha salido a hombros por la puerta grande. También Manuel Manzanares ha sumado dos apéndices, uno en cada uno de sus oponentes, mientras que Lea Vicens ha saldado su actuación con un trofeo.

Se han lidiado toros de Fermín Bohórquez, desiguales de presentación y dejándose en conjunto. El primero, sin chispa, ha sido el más deslucido.

Hermoso de Mendoza dejó una faena completa ante el cuarto de la tarde, un colaborador animal de Bohórquez al que cortó dos orejas que le sirvieron para salir por la Puerta Grandes de Los Califas.

El navarro, que midió en el saludo, se mostró versátil junto a las tablas, donde hubo emoción por momentos tras girar sobre el eje en la misma cara del antagonista. A la grupa se mostró con arrojo para hacer la roulette antes de completar con tres cortas y hacer el teléfono. Así, regaló un par a dos manos muy ceñido en tablas y por dentro. Faena completa ante un encastado animal que fue rematada con acierto.

En el primero, el jinete anduvo técnico ante un más aplomado rival que, pese a la decisión impidió más lucimiento que el desarrollado con los avivadores cortos.

Manzanares practicó dos faenas de similar corte marcadas por la intensidad y la variedad. Galopó robusto y firme sobre al grupa en su primero para colocar un buen rejón de castigo que le sirvió para sellar antes de cambiar de montura.

Ante una res con movilidad y manejable, buscó mas terrenos interiores para mostrar su dotes en banderillas al quiebro. Buscó la espectacularidad en la llegada y en los medios antes de colocar tres cortas junto a tablas con efectividad. Su certeza con el rejón de muerte le ayudó para cortar la primera oreja del festejo.

En el quinto, el jinete tuvo que afanarse para estirar e imprimir dinamismo en una faena que creció hasta el último tramo, donde pudo adornarse para de dejar una buena secuencia con las cortas y otro certero rejón. Al rejoneador se le llegó a pedir la segunda oreja.

De su lado, Lea Vicens, que debutó en Los Califas, pudo desquitarse en el último tras haber fallado con el acero en el primero. Con una elegante doma, en el sexto tardó en hacerse con la acometida de su enemigo, más irregular que el tercero. Gustó con las banderillas, especialmente, con una al violín junto a tablas. Pese a que tuvo que medir los arreones, supo construir una faena que caló en el tendido por los adornos.

En el primero, midió con elegancia sorteando por ambos pitones, antes de colocar el primer castigo en todo lo alto. Inauguró suerte de banderillas para, tras errar en un segundo intento, remontar el vuelo con tres avivadores agrupados. Su enemigo, con mucho recorrido, le ayudó a que la amazona llegara con sutileza y sin toque a la cara del astado. Faena estética y con gusto mal resuelta.

Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y dos orejas.

Manuel Manzanares, una oreja y una oreja con petición de la segunda.

Lea Vicens, vuelta al ruedo tras leve petición y una oreja con petición de la segunda.

La plaza ha registrado un cuarto de entrada en tarde de temperatura agradable.