LA MADUREZ y el buen poso lidiador adquiridos en sus tres temporadas de novillero ayudaron al madrileño Gonzalo Caballero a salir airoso de la alternativa que, casi por sorpresa, tomó ayer en la feria de Otoño de Madrid como sustituto de última hora del herido López Simón. En el festejo, como le pasó con el de la alternativa, falló con la espada y perdió una recompensa mayor que las dos ovaciones que escuchó finalmente.