La amazona francesa Lea Vicens, que cortó sendas orejas a su lote, se llevó el protagonismo y el triunfo en el festejo mixto de rejones que abrió ayer el abono de las Corridas Generales de Bilbao y del que los Hermoso de Mendoza, padre e hijo, se fueron de vacío por sus fallos con los rejones de muerte. Más que cualquier otra virtud, la francesa puso en el empeño la chispa y el desparpajo que les faltó precisamente al padre y al hijo.