La lluvia caída ayer a lo largo del día y a la hora del comienzo del festejo, que dejó el ruedo en «condiciones impracticables», frustró la corrida conmemorativa del 25 aniversario de la alternativa de Finito, en la que el torero iba a lidiar seis toros en solitario en Los Califas. Al menos, según refleja el acta, ese fue el motivo que argumentó el propio diestro después de que las cuadrillas se negaran a torear en dichas condiciones. En cambio, el presidente del festejo, Rafael Ruiz Laguna, no era de esa opinión e hizo ver que, «desde mi punto de vista, el ruedo estaba practicable». Un parecer extendido entre gran parte del público asistente, que apenas cubría un cuarto de plaza. La pobre entrada, precisamente, hizo dudar a muchos aficionados sobre el verdadero motivo de la suspensión, según expresaron a la salida del torero de la plaza mostrándole algunos su desacuerdo. Además, incidieron en que en ningún momento se hicieron intentos por acondicionar el ruedo, cuando otras veces se ha arreglado el albero estando en peor estado.

El acta de suspensión firmada por Finito y las cuadrillas señala que a la hora de comenzar el espectáculo llovía al igual que lo había hecho a lo largo del día y, «tras una espera de 15 minutos, al observar que el ruedo se encuentra en condiciones impracticables para el desarrollo de la lidia» y contando con la opinión de las cuadrillas, «que se niegan a torear en esas circunstancias, [Finito] como director de lidia decide no dar comienzo al espectáculo». De su lado, el subalterno Álvaro Oliver manifiesta en el mismo acta que «en consenso con sus compañeros no están dispuestos a lidiar la corrida en las condiciones en las que se encuentra el ruedo».

Tras la firma del acta, el presidente explicó a la prensa que, a la hora del comienzo del festejo, y una vez que las cuadrillas le expresaron que no estaban dispuestas a torear, exigió la presencia de Finito, como director de lidia, para que diera su opinión. Tras pisar el albero, en torno a las 18.15 horas, el torero concluyó que el ruedo estaba «impracticable y que iría a peor conforme avanzara la lidia, por lo que no quería encontrarse en la tesitura de suspender en el tercer o cuarto toro». La decisión no se dio a conocer por megafonía hasta las 18.40, hora desde la que, como marcaban las predicciones, no volvió a llover, unas circunstancias que enfadaron al público.

«Desde mi punto de vista el ruedo no estaba ni muchísimo menos impracticable, pero no soy matador ni tengo que ponerme delante. Lo que no puedo hacer es arriesgar la seguridad física de los actuantes. He insistido en que el piso estaba bien, pero ellos deciden porque son los que se juegan la vida», explicó el presidente del festejo.

Finito, de su lado, no quiso hacer declaraciones. En su lugar habló su apoderado, Vicente Campillo, quien insistió en las «malas condiciones» del ruedo y en la postura de los profesionales, «que son los que tienen que ponerse delante y jugarse la vida». Sobre el estado de ánimo del torero tras la suspensión, Campillo señaló que «está molesto», con una «mezcla de sensaciones» porque «tenía mucha ilusión». Además, apuntó que la lluvia había «mermado la afluencia de gente y de ambiente».

Por parte de la empresa, José Cutiño dijo que a esta no le quedaba más que «respetar» la decisión de los toreros y, sobre la posibilidad de anunciar el mismo festejo en otro momento, añadió que «ahora mismo no hay nada descartado, pero no se ha hablado de otra fecha», por lo que «dependerá un poco de Finito». A este respecto, Campillo apuntó que «se atisba la posibilidad» de darla en septiembre, «pero no hay nada concreto», finalizó.