El delegado provincial de Agricultura, Francisco Zurera, recalca que el agua es «vital» para la producción agraria de la provincia de Córdoba, para el empleo y la diversificación de la agroindustria. Por eso cree que es necesario abordar ya este debate. «Todos estamos viendo lo que está ocurriendo con el paisaje de la campiña, que se está borrando por la falta de rentabilidad», indica Zurera. «La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tiene que aplicar una política adaptada al año 2017, debe ser más accesible, más eficaz y transparente», indica.

El representante de la Junta considera que en este nuevo escenario, más competitivo y profesional, «la redistribución del agua es un acto de solidaridad». «No se pueden mantener unas reglas de juego del siglo pasado y no se puede tardar en contestar un expediente diez años ni denegar que se utilice el agua de escorrentías para almacenarla en una balsa», puntualiza. Zurera recuerda que el 90% del agua de la cuenca termina en el mar. «Esto no es lógico. Hay que retomar la redistribución de recursos por lo que implica para el desarrollo económico y social de Córdoba, pero también para el asentamiento de la población en el medio rural», explica.