El inicio de la nueva edición del Mercado Medieval no fue precisamente lo que se espera de un festival de esas características, en el que el color y la diversión son sus puntos claves. Pero la lluvia no fue suficiente para mermar los ánimos de los organizadores y de todos los artistas que prepararon sus espectáculos para el día del estreno. Del mismo modo, los visitantes que se acercaban a la zona de la Calahorra no desaprovecharon la ocasión para visitar el trocito de la ciudad customizado como en la época medieval.

Contra viento y marea, la música del Medievo sonaba por todos los rincones del mercado, llamando la atención de turistas y autóctonos. Paraguas en mano, los cerca de 150 puestos consiguieron arrancar el día aunque, eso sí, achicando agua cada dos por tres de los techos de sus tiendas. Pero, como es sabido en el mundo del espectáculo, el show debe continuar. El mercado se convertía así en centro de encuentro de artesanos de toda España, e incluso de otras partes del mundo. Conrado Muñoz, presente en este festival desde hace siete años y originario de Elche, mostraba sus ambientadores artesanales hechos con materiales naturales a todos los que pasaban por su puesto «con muchas ganas, ya que es la primera feria que hacemos todos los años». Como él, Jorge, lleva desde la primera edición del Mercado Medieval acudiendo a esta cita con Córdoba con sus complementos y productos en madera, semillas y tela. «Es uno de los mercados más importantes que hay, además suele acudir muchísima gente», esperanzado en las previsiones del tiempo para el resto de días. Así como Cris Tela, artesana de Cádiz y especialista en el tratamiento de la tela y presente en esta muestra desde hace 5 años, una feria «conocida por todo el mundo, que la esperan cada año con ganas», cuenta la artesana.

El tiempo decidió dar una tregua poco después de la inauguración oficial de la decimosexta edición, permitiendo el paseo de acróbatas y músicos por las calles de esa Córdoba medieval. Pero, caprichos de la naturaleza, no era suficiente con la lluvia para poner a prueba los ánimos de los artesanos. El granizo que cayó en la zona de la feria medieval en el mediodía de ayer, tiñó muchos rincones del recinto de un blanco más que invernal, dejando paso a una tarde más tranquila, climatológicamente hablando. Solo cabía esperar a un sol que será un visitante más en este fin de semana a un mercado que, como en un combate medieval, luchó contra viento y marea contra las inclemencias del tiempo.

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Vídeo de la granizada en el mercado en la web