Los sistemas de videovigilancia se han disparado en Córdoba. En solo dos años se han instalado un 50% más, sobre todo en el comercio, el turismo y la hostelería, y las comunidades de propietarios. El motivo no es otro que empresas y particulares buscan garantizar la seguridad de sus propiedades y evitar robos y hurtos, pero también es cierto que a este aumento han contribuido el abaratamiento de los equipos y los avances tecnológicos, que permiten controlar estos sistemas desde un simple móvil, explican expertos del sector de seguridad.

Según los datos facilitados por la Agencia Española de Protección de Datos, en la actualidad hay 4.130 ficheros de videovigilancia activos en Córdoba, cuando hace dos años, en el 2014, la cifra era de 2.856. El número de cámaras instaladas en estos más de 4.000 espacios es, no obstante, muy superior. Y es que desde la Agencia de Protección de Datos explican que a un fichero pueden estar adscritas una o más cámaras. El ejemplo sería el de unos grandes almacenes de varias plantas, donde habría decenas de cámaras pero a efectos de registro solo se contabilizaría un fichero.

Los datos señalan, además, que el 99% de los sistemas de cámaras de vigilancia son de titularidad privada. A 1 de agosto de este año, de los 4.130 ficheros de videovigilancia activos en Córdoba, 4.082 eran de titularidad privada y solo 48 de pública.

SECTORES Y REQUISITOS // Por sectores, el comercio, el turismo y la hostelería, y las comunidades de propietarios son los que más recurren a este tipo de sistemas, según la estadística nacional de la Agencia Española de Protección de Datos. De hecho, casi la mitad del total de ficheros registrados en España (280.256) pertenecen a estos tres ámbitos, que suman 120.107. Tras estos se encuentran los de la sanidad, las actividades relacionadas con productos alimenticios, bebidas y tabacos, y la construcción.

En todos los casos, la instalación de estos equipos implica el cumplimiento de una serie de requisitos. Entre estos, las cámaras instaladas en espacios privados no pueden obtener imágenes de espacios públicos. Desde la Agencia Española de Protección de Datos explican que solo podrían tomarse imágenes parciales y limitadas de vías públicas cuando resulte imprescindible o imposible evitarlo. Por ejemplo, si una cámara se ubica en la puerta de entrada de una entidad bancaria debería orientarse de modo que la parte de la calle que recoja se limite al acceso vigilado.

Además, «debe de existir una relación de proporcionalidad entre la finalidad perseguida y el modo en el que se traten los datos». Por ejemplo, señalan, sería desproporcionado instalar una videocámara para vigilar el acceso a un garaje y utilizar sus características técnicas -movilidad, orientación, zoom- para obtener imágenes del interior de los vehículos que circulan por la vía pública o de las comunidades de vecinos próximas.