El impacto en el campo cordobés del caluroso verano vivido ha tenido reflejo especialmente en la vendimia del marco de Montilla-Moriles, que ha adelantado sensiblemente las labores respecto a otros años y, como anunció a principios de la semana el delegado de Agricultura de la Junta, Francisco Zurera, se espera que culmine con entre un 30 y un 40% menos de uvas, eso sí, de altísima calidad. Por otro lado, los trabajos de vendimia, al 70% al comenzar la semana, están prácticamente tocando a su fin.

Capítulo aparte está el olivar, para el que serán claves las lluvias del próximo otoño, todo ello después de cuatro años consecutivos de déficit hídrico. Por ahora, curiosamente, puede incluso hablarse de cierto beneficio tras el anuncio de la Consejería de Agricultura de que las altas temperaturas han provocado una baja actividad de la mosca del olivo (bactrocera oleae), como se ha comprobado con los muestreos recientemente realizados.

Un caso muy distinto, informa la Consejería de Agricultura, se produce en los cítricos con la mosca de la fruta, que sí ha encontrado condiciones propicias para prosperar, especialmente en variedades de frutos extratempranos.