Uno de los planes especiales de más calado de Córdoba, el de la Sierra, continuará su camino. El presidente de la Gerencia de Urbanismo, Pedro García, junto al gerente, Emilio García, y al catedrático de la UCO José Roldán Cañas, anunció ayer que el organismo municipal retomará el documento urbanístico en el punto en el que quedó en mayo del 2011, cuando fueron resueltas por la Junta de Gobierno Local las 17 alegaciones presentadas. Desde entonces, y a pesar de su repercusión en un ámbito de 30.000 hectáreas, en el que hay núcleos urbanos y parcelaciones, el plan ha estado parado y, en palabras de Pedro García, «guardado en un cajón». Su compromiso es «retomarlo» y seguir los pasos que quedan de aprobación provisional y definitiva, con las modificaciones necesarias por los cambios normativos que ha habido.

El plan, fruto de un convenio entre Urbanismo y la UCO, comenzó su tramitación en junio del 2010, cuando fue aprobado inicialmente. Sin embargo, tras él hay más de una década de trabajos, ya que los primeros pasos se dieron en el 2005, pero su germen está en el 2003. Antes de la aprobación inicial se llevó a cabo un diagnóstico y un avance. El objetivo de este plan es proteger la Sierra y ordenarla señalando qué usos están permitidos y qué actividades se pueden llevar a cabo. El documento incluye once medidas valoradas en 39,4 millones de euros, que ahora pueden ser más o menos en función de los retoques que se hagan. Pedro García aseguró que esos «once objetivos prioritarios pueden ser modificados en cualquier momento», al igual que aseguró Roldán Cañas. En cualquier caso, García dejó claro que «la protección y puesta en valor de la Sierra es fundamental y vamos a terminar el proceso que se inició en el año 2005».

El documento que nació durante la etapa de IU y PSOE recibió en su aprobación inicial los votos en contra del PP, que no estaba de acuerdo con su contenido. Después, en la fase de alegaciones, se abstuvo. Al llegar al gobierno municipal en el 2011, el PP anunció que lo modificaría, compromiso que después adquirió con la Federación Al-Zahara en su semana vecinal en noviembre del 2014, cuando anunció que lo llevaría de nuevo a aprobación inicial, hecho que no llegó a ocurrir.

Las 17 alegaciones que recibió el plan fueron presentadas por Al--Zahara, Ecologistas en Acción, CECO, la empresa de cementos Scmca, Siete Fincas, el consejo de distrito de Trassierra, Noriega, Inonsa, el Cabildo y particulares, y casi todas fueron rechazadas por Urbanismo.

Este plan, al igual que ocurrió con el especial del Alcázar y Caballerizas, fue polémico desde su origen, entre otras razones, porque no cubría las expectativas de los residentes en las parcelaciones de la Sierra. En el ámbito afectado, además de núcleos urbanos como Trassierra o Cerro Muriano, hay 24 urbanizaciones ilegales, con 1.600 casas, de las que 10 son reconducibles mediante planes especiales de mejora del medio rural y 14 no lo son al estar en suelo no urbanizable de especial protección, con edificaciones a las que no se permitían reformas ni dotación de servicios. El documento llegaba a aconsejar no iniciar procesos futuros de legalización en las parcelaciones irregulares que puedan venir de revisiones futuras del PGOU. La situación quedaba tal y como fijaba el PGOU.

En relación a las parcelaciones, el gerente de Urbanismo aseguró que «es otra cuestión que hay que abordar de forma simultánea» teniendo en cuenta novedades normativas posteriores como el decreto de la Junta del 2012 y la reforma de la LOUA recién aprobada. Por ello, dejó claro que un tema es el plan y la protección y puesta en valor de la Sierra y otro las parcelaciones.

El catedrático José Roldán Cañas señaló que el documento es «un plan de gestión de usos» para la «puesta en marcha de actividades con el objetivo de conservar y preservar los valores ambientales, físicos, culturales e históricos de la Sierra». Añadió que la idea es «darle vida» con actividades deportivas, lúdicas y hosteleras, ya que «no todas las zonas tienen el mismo nivel de protección». El documento prohibía los usos industriales y las energías renovables en todo el ámbito. En cambio, permitía usos recreativos, restauración, turísticos no residenciales y equipamientos.

El plan tendrá incidencia en Trassierra y Cerro Muriano, según destacó Emilio García, donde está prevista la potenciación y creación de nodos estratégicos para recibir y dar información a los visitantes.

Reacción de Al-Zahara/ El coordinador de Ciudad Física de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, Juan Andrés de Gracia, aseguró ayer que se opondrán al plan «si no va de nuevo a aprobación inicial», ya que, «tal y como está, no reúne las condiciones necesarias para ser aprobado porque se olvida de las personas», tanto las de núcleos como Trassierra o Cerro Muriano, como las de las parcelaciones. Por ello, «mientras que no haya un plan que tenga en cuenta a las personas, y no solo a las plantas y animales, estaremos en desacuerdo». De Gracia considera «un gran error si va a aprobación provisional» y una «una falta de compromiso».