Hosteleros y vecinos llevan desde hace un año abordando con la Gerencia de Urbanismo una reordenación de los veladores de las zonas más controvertidas que contente a todos y se adapte a la ordenanza vigente. Continuar con el trabajo hecho hasta ahora, retocarlo o cambiarlo por completo será otra de las decisiones que tendrá que tomar el nuevo presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Pedro García (IU). Por lo pronto, y a falta de un análisis más profundo con los colectivos implicados, García ha asegurado que "vamos a respetar lo que funciona y a intentar modificar lo que creemos que tenemos que cambiar", en relación a los mapas que recogen el número máximo de veladores permitidos, su distribución y las distancias que deben respetar. Cabe recordar que durante el anterior mandato se diseñaron once mapas que limitaban el número de veladores a 1.346 en once zonas conflictivas por la alta concentración de mesas y sillas y en las que había quejas vecinales.

El primer teniente de alcalde asegura que "en breves días vamos a empezar a convocar las mesas de trabajo" sobre veladores y "a ir viendo barrio a barrio", en toda la ciudad, "los problemas que estamos teniendo, y las cosas que hay que arreglar". Para ello, Urbanismo volverá "a trabajar con Hostecor, con el mundo empresarial de Córdoba de la hostelería, y con la federación de asociaciones de vecinos, que son los agentes implicados". Su objetivo es abordar el tema de los veladores "conjuntamente para que lo que hagamos sea lo mejor para la ciudad desde un punto de vista empresarial, turístico y de la convivencia", de forma que "los empresarios de la hostelería cumplan su función y que los vecinos tengan su espacio". García es consciente de que hay que volver a "tocar temas controvertidos como toldos, número de veladores y ruidos".

Cuando en el 2013 empezaron las reuniones entre Urbanismo, Hostecor y Al--Zahara sobre veladores --Córdoba Apetece se sumó después--, la primera idea era modificar la ordenanza vigente. No obstante, se optó por obligar a cumplirla, hacer mapas específicos para cada zona y elaborar un manual de buenas prácticas. Sobre la posibilidad de modificar esa ordenanza, el nuevo presidente de Urbanismo no quiso aventurarse. "Todavía hay que ver, necesitamos información de cómo se están desarrollando las cosas, por lo que cuando llegue la hora veremos lo que tenemos que hacer y lo que no". Insistió de nuevo en que todo se hará "de la manera más consensuada y dialogada posible con todos los actores que participan".