La crisis económica ha dejado el mercado de trabajo como un solar para los jóvenes cordobeses, que se encuentran con la paradoja de estar mejor formados que las generaciones anteriores en muchas ocasiones y, al mismo tiempo, carecer de oportunidades para acceder a un puesto de empleo. Las estimaciones apuntan que uno de cada cinco menores de 25 años no estudia y tampoco trabaja en la provincia, y los sindicatos UGT y CCOO alertan de la precariedad de las condiciones laborales de quienes sí tienen trabajo.

En esta línea, la asociación Asempleo y Analistas Financieros Internacionales publicaron recientemente un estudio que indica que el 17% de los jóvenes españoles, 697.073 personas en total, pertenece a la denominada generación ni--ni porque no están formándose y tampoco tienen otra ocupación en estos momentos. Con datos relativos al primer trimestre del año, el documento señala que en Andalucía el porcentaje es superior y se eleva hasta el 21%, englobando en este colectivo a 175.735 jóvenes. Esta cifra se debe en buena medida a que la tasa de paro juvenil es más elevada en la comunidad autónoma que en el conjunto del país y se sitúa en un 62% frente al 55% nacional. Si se extrapola la media de ni--nis regional al total de la población menor de 25 años en Córdoba, se puede deducir que el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan se encuentra en torno a los 17.500 en la actualidad.

MAYOR INCIDENCIA Sin embargo, los sindicatos CCOO y UGT recuerdan que Córdoba tiene un desempleo juvenil superior a la media andaluza, por lo que el porcentaje de ni--ni puede exceder el 21% regional. La secretaria de Política Social e Igualdad de UGT, Carmen Jurado, aclara además que no todos los jóvenes parados están registrados como demandantes de empleo y también alude a aquellos que han tenido que emigrar a otros países para tener un futuro laboral.

Carmen Jurado explica que la falta de formación dificulta la entrada en el mercado de trabajo, "pues los pocos contratos que hay son preferentemente para aquellos que tengan estudios". No obstante, señala que algunos jóvenes han tenido que abandonar la formación por los problemas para pagar las matrículas o las viviendas en las que residían, una vez que sus familiares han perdido el empleo. Para la secretaria de Política Social de UGT, "con esta crisis, los jóvenes son los más vulnerables y habrá una generación perdida", por lo que desde el sindicato reivindican entre otros aspectos "que se potencie un plan de garantía juvenil, trabajo y salario dignos para nuestros jóvenes", también que este colectivo no pierda derechos y que pueda acceder a prestaciones y a una jubilación "digna" en el futuro.

Por su parte, el secretario de Empleo y Acción sindical de CCOO, Manuel Torres, apuntó que el trabajo que se genera para la población joven es "muy escaso, de mala calidad y precario". Manuel Torres señaló que esta situación se traduce en contratos parciales, de prácticas o en formación (con los que después no pueden acceder a prestaciones) y precisa que "el mercado está muy mal, muy mal para los jóvenes". Así, aclara que a diferencia de lo que ocurría a principios del siglo XXI, "cuando con 23 años podían independizarse y ser autónomos", ahora el colectivo regresa a sus casas porque con los contratos actuales "no cubren ni los gastos mínimos de supervivencia".

El secretario de Empleo de CCOO destaca que algunos jóvenes están volviendo a estudiar, por ejemplo formaciones profesionales, pero en otros casos caen en la apatía y la desgana, aunque "en mi opinión, son los menos". También señala que "una bolsa importante" no tiene formación, porque abandonaron los estudios con 18 o 20 años para ocuparse en el sector de la construcción o en el mercado inmobiliario, mientras que otros están muy preparados y se están marchando fuera de España para buscar una oportunidad.