El hospital Reina Sofía ha registrado durante el primer semestre del año un positivo balance en cuanto al número de trasplantes de órganos y tejidos realizados, en línea con los históricos datos logrados el pasado año, señala el coordinador de trasplantes del complejo hospitalario cordobés José María Dueñas. El Reina Sofía batió el año pasado su propio récord trasplantador, contabilizando 229 injertos de órganos, dato que superó los 199 del 2015, que hasta entonces era el promedio anual de trasplantes más alto del Reina Sofía. En lo que va de año, de enero a junio, el centro cordobés ha llevado a cabo 194 trasplantes en total, sumando órganos y tejidos, 3 más que en el mismo periodo del 2017 (que fueron 191). Del registro del 2018 lo que destaca es que se han incrementado algo más de un 50% los trasplantes de corazón realizados con respecto al año anterior, al pasar de 9 injertos (dos de ellos infantiles) a 14 (cuatro de ellos a niños), resalta José María Dueñas.

Para el coordinador de trasplantes del Reina Sofía otro aspecto a su vez reseñable es que durante el primer semestre del 2018 se han efectuado ocho trasplantes hepáticos infantiles (uno de ellos gracias a la donación de una persona viva), de 29 injertos hepáticos realizados en total. Por órganos, de enero a junio de este año el Reina Sofía ha realizado 46 injertos renales (uno de ellos de donante vivo); 29 de hígado (de los que uno de ellos combinado con riñón y otro de donante vivo); 14 de corazón (4 de ellos infantiles); 24 de pulmón; 5 de páncreas-riñón; 32 de córnea y 44 de médula.

José María Dueñas destaca que se haya mantenido en este primer semestre el número de trasplantes, si se compara la actividad con la realizada en las mismas fechas del 2017, a pesar de que el Reina Sofía ha contabilizado 4 donantes menos, al pasar de 27 a 23 este año. «Es importante haber podido hacer 7 injertos hepáticos y 4 de corazón infantiles, ya que en tempranas edades es muy complicado encontrar donantes. Y también es significativo que hayamos llevado a cabo cuatro trasplantes de donante vivo, entre riñón e hígado, porque es un tipo de trasplante que ha bajado en algunos hospitales por el repunte de las donaciones en asistolia (a corazón parado) procedentes de personas fallecidas. Sin embargo, no podemos olvidar que el injerto de donante vivo ofrece mejores resultados que el tradicional», añade Dueñas.

A pesar de los buenos datos de trasplantes, en Córdoba sigue habiendo más de 200 pacientes en lista de espera de trasplante, la mayoría de riñón. «La lista de espera crece porque cada vez hay más pacientes candidatos a trasplante y porque está elevándose cada vez más la edad media de los posibles trasplantados. Así, por ejemplo se está trasplantando de riñón a personas de más de 70 años», indica Dueñas.

La presidenta de la asociación de trasplantados de corazón, Gema Barrera, estima que los resultados en materia de trasplante del Reina Sofía son fruto de la concienciación conjunta que hospital, asociaciones de pacientes y otros colectivos llevan a cabo a favor de la donación de órganos, «un gesto solidario que permite que los trasplantados puedan volver a tener una vida plena».