A pesar de que las víctimas de agresiones en centros sanitarios cuentan con mayor apoyo legal que hace una década, lo cierto es que la tramitación judicial de estos casos aún va demasiado lenta y contar con testigos que confirmen que se produjo el suceso tampoco es fácil, critican profesionales del sector, por lo que muchos desisten de denunciar. Desde que abrió el hospital de Puente Genil sus urgencias fueron uno de los centros en los que más agresiones se registraban a trabajadores sanitarios. Estos casos han ido disminuyendo, en parte al haber más seguridad, y al contar los profesionales con mayor respaldo jurídico. Sin embargo, profesionales del hospital señalan que estos sucesos, tanto en Puente Genil como en otros centros, son la consecuencia de la mala educación de personas que consideran que sus derechos están por encima de los demás; de la falta de personal y del incremento de las listas de espera. El personal de seguridad del HARE de Puente Genil es de los que más afectados se ve por este tipo de hechos violentos y, aunque ya ha habido condenas, no es raro que se suspendan una y otra vez los juicios, sobre todo de amenazas verbales que el Código Penal suele tipificar como falta.