El Ayuntamiento espera reducir considerablemente el tráfico en el centro poniendo en práctica la segunda fase del plan de Capitulares, cuyo objetivo final es la peatonalización total de María Cristina, que ahora tiene circulación controlada con una cámara. Esa segunda fase del plan que empezó a aplicarse el 4 de mayo, poco después de la reforma de Capitulares y con motivo de su peatonalización integral, contempla varias etapas que ayer desgranó el responsable de Movilidad, Andrés Pino. El Ayuntamiento pondrá en marcha la primera medida el 2 de octubre y afectará a la carga y descarga, que adelantará su horario a primera hora de la mañana para no coincidir con los vehículos de los padres que acercan a sus hijos a los colegios, y que a última hora dispondrá de una hora más para compensar el tiempo perdido.

Los vehículos que accedan al centro a dejar o recoger productos tendrán que hacerlo de 6.00 a 7.30, hora a partir de la cual ya no podrán transitar por allí, ya que es el periodo de tiempo que tendrán los vehículos privados para acercar alumnos a los colegios. Después, entre las 9.15 y las 12.00 -una hora después de la vigente ahora-, la carga y descarga podrá entrar de nuevo. El horario vespertino se mantendrá igual, de 16.30 a 18.30. Los nuevos horarios se aplicarán a los vehículos que entran por Valladares, San Miguel, Alfaros y San Pablo.

Una semana después, el 9 de octubre, el Ayuntamiento pondrá en marcha la segunda medida, que afecta a la circulación de los vehículos privados que se acercan a los colegios del centro. A partir de ese día solo podrán entrar en el centro los vehículos de los padres que tengan una tarjeta Acire. Aunque en un principio el área de Movilidad pensó en dejar pasar solo a los padres de alumnos de Infantil, y de primero y segundo de Primaria, finalmente ha optado por abrir el abanico a todos los que realmente lo necesiten. Para ello, estudia con los colegios la concesión de las tarjetas. Aunque Movilidad no sabe aún el número de tarjetas que concederá, calcula que no serán más que las previstas si solo hubiera dejado a acceder en coche a padres de niños de Infantil, primero y segundo de Primaria. A partir del 9 de octubre los vehículos de los padres podrán transitar por el centro solo de 7.30 a 9.15 y de 14.00 a 15.30. En esa franja horaria las cámaras estarán activadas para evitar que otros vehículos que no tienen permiso se cuelen, como ocurre ahora.

Para llevar a cabo esta medida, el Ayuntamiento reforzará con más monitores y rutas los caminos escolares seguros, manteniendo las tres existentes (que utilizan los alumnos de Santa Victoria y la Inmaculada; Esclavas; y la Milagrosa), a las que se suma otra para los colegios Espinar y Piedad, que tienen en la Ribera la parada. Además, Movilidad planea otra ruta para Divina Pastora y López Diéguez (esta última tendrá que esperar hasta que finalicen las obras del Marrubial, que aún no han empezado, ya que la parada estará allí). Los caminos escolares son itinerarios en los que los padres dejan a los niños en un punto, en el que son recogidos por monitores que los acompañan a los colegios.

A estas dos primeras medidas se unirá otra más en octubre que afectará a los grandes autobuses, que el Ayuntamiento quiere sacar del centro poco a poco (ver página 3) para dejar solo microbuses. Andrés Pino asegura que todos estos pasos van a permitir reducir la circulación por el centro «notablemente», sobre todo «en horas punta», que es el momento en el que «los aforos de tráfico» indican más sobrecarga. Pino no ha concretado en qué porcentaje mermará el tráfico, aunque espera tener las cifras en noviembre, mes en el que convocará una nueva reunión de la comisión de movilidad. En esa reunión, se evaluarán los resultados de las nuevas medidas y se decidirá poner en marcha otras previstas con el objetivo de que estén todas antes de final de año, momento en el que María Cristina volverá a estar sin coches.

Cuando el Ayuntamiento tenga constancia de la reducción del tráfico, cambiará el sentido de San Álvaro, Ramírez de Arellano y Caño, que se convertirán en eje de salida en vez de entrada. Además, la salida de los residentes de la zona Acire 3 (Valladares, Tendillas/Duque de Hornachuelos), continuará por Duque de Hornachuelos y no por Valladares como estaba previsto. Esto implicará que el carril de Las Tendillas que existe entre San Álvaro y Diego de León modificará su sentido. Entre Duque de Hornachuelos y Diego de León habrá un pequeño tramo de doble sentido, en el que confluirán los vehículos que suben por Alfonso XIII y pasan por Diego de León para ir hacia Claudio Marcelo en busca de la salida sur de San Fernando, y los que procedan de Duque de Hornachuelos y quieran circular por San Álvaro para tomar la salida norte (que ya no será a través de María Cristina y Carbonell y Morand).