Ordenadores de última generación, impresoras y scáner 3D, cortadoras lásser, máquinas de ploteado, un horno para la cerámica, equipamientos para la fotografía y el vídeo y herramientas de todo tipo se reparten a lo largo de las varias salas que componen los talleres del C3A, que ya están a la espera de recibir a los jóvenes talentos creadores que trabajarán en residencia, y cuyo objetivo es la exposición de su obra. También está preparada para recibir al público la videoteca, que goza de diez puestos de visionado individual donde cualquier persona puede acceder a todo el fondo de cine existente en las plataformas de visionado en línea o a los fondos fílmicos digitalizados de la Filmoteca de Andalucía.

Por otro lado, en las salas de este nuevo espacio se puede ver actualmente una exposición de la artista holandesa Falke Pisano en torno al mundo de las matemáticas, o la de Nicoline Van Harskamp, sobre el lenguaje.

También está listo para recibir a los más pequeños, en estas dos próximas semanas, el equipamiento necesario para llevar a cabo los primeros talleres creativos, donde los niños y sus padres podrán aprender, entre otras, técnicas audiovisuales. Pero quizá lo que más llamaba ayer la atención eran cuatro cortinas que rodeaban el espacio donde se va a desarrollar el primer proyecto artístico del centro: Montaña negra. Se trata de «un reto» para Daniel Silvo, el creador que desarrollará el proyecto, en el que colaborará con otros siete artistas de muy distintas disciplinas, todos ellos «entusiasmados» con la idea de trabajar compartiendo experiencias y de mostrar que su trabajo es algo «más complejo» de lo que parece. La danza y el circo también estarán presentes.