Llevar a la práctica el plan turístico está resultando tan complejo y lento como fue la ejecución del Urban Sur. El anterior alcalde, José Antonio Nieto (PP), y el entonces consejero de Turismo, Rafael Rodríguez (IU), firmaron el plan turístico el 6 de junio del 2014. Ese plan, que incluía una treintena de medidas de todo tipo y tenía un presupuesto de 5 millones, de los que la Junta aportaba 3 millones y el Ayuntamiento 2 millones, debía estar acabado el 6 de septiembre del 2016. Sin embargo, en abril del 2016, cuando el plan se acercaba al segundo año de vigencia, no se había ejecutado ni uno solo de los grandes proyectos previstos, ya que ni siquiera había abierto sus puertas el museo de los patios habilitado en la casa número 4 de la calle Trueque, que está funcionando desde julio del año pasado. La prórroga concedida por la Junta en junio del año pasado daba un respiro al Ayuntamiento, que, a pesar de los pasos dados desde entonces, no ha podido adjudicar aún todos los proyectos pendientes. Otras ciudades vecinas como Granada, Sevilla y Málaga han necesitado once, diez y siete años, respectivamente, para llevar a cabo sus planes.

Tras Trueque 4 llegó la reforma que ha dejado totalmente peatonal la calle Capitulares, que ha llevado a cabo la unión temporal de empresas Sepisur XXI y Sitesur en un plazo de algo más de seis meses y por 784.685 euros. Los trabajos empezaron en agosto del año pasado y han transformado el entorno del Templo Romano, convirtiéndolo en un espacio para el paseo.

En abril de este año empezaron las obras de restauración y consolidación del Templo Romano, que estarán terminadas a mitad de agosto. Patrimonio Inteligente es la empresa encargada de acometer los trabajos, que tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y medio y un presupuesto de poco más de 200.000 euros. Queda una segunda fase, presupuestada en 400.000 euros, que no ha salido a concurso aún, aunque cuenta con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio desde marzo. Con esa segunda fase, se habilitará una pasarela y una plataforma para que los visitantes puedan pasear por el templo entre sus columnas. A través de otro proyecto que ha quedado fuera del plan, se pondrá en marcha el centro de interpretación que se habilitará en la planta baja del Ayuntamiento, que tampoco ha salido a concurso.

Aunque en el convento Regina se han hecho labores de limpieza y consolidación, queda su transformación en el espacio cultural en el que se va a convertir. Hace un año, el delegado municipal de Turismo anunciaba que el convento no será museo de las cuatro culturas ni cofrade sino que se dedicará a usos culturales, expositivos y turísticos. En aquel momento la idea era iniciar las obras en enero de este año para acabarlas en octubre. Sin embargo el proyecto, que cuenta con un presupuesto de 899.483 euros, no ha salido a concurso aún y ni siquiera tiene el visto bueno de la Comisión de Patrimonio.

Lo mismo ocurre con el proyecto que convertirá en museo la Torre de la Inquisición del Alcázar, que todavía no ha pasado por la Comisión de Patrimonio y, por lo tanto, tampoco ha podido salir a licitación. La inversión inicial de esta intervención es de 180.000 euros y tiene un plazo de ejecución de tres meses.