La presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz, defendió ayer que hay que afrontar con "mucha prudencia" el escenario político surgido tras las elecciones del pasado domingo y defendió que el PSOE no puede estar "en ningún bloque", ni "contra nadie ni a favor de nadie, ni ser los escudos frente a nadie, ni ser la pasarela para otros".

Así lo señaló la líder de los socialistas andaluces en declaraciones a los periodistas en Ferraz, a donde acudió para reunirse con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el marco de la ronda de entrevistas con todos los barones para analizar el resultado de los comicios del domingo y la situación que se plantea en todos los territorios.

Ambos conversaron durante alrededor de una hora y media en el despacho del secretario general. Según explicó Díaz, en la reunión han hablado de cómo responder a este "nuevo tiempo" de "pluralidad" que se abre en las instituciones españolas, que "necesitan diálogo, consenso y entendimiento, pero por encima de todo poner los intereses de la gente por delante de los intereses de los partidos políticos".

En su opinión, en este momento "inédito" que vive España, el PSOE es el partido que "está en mejores condiciones para aglutinar mayorías en torno a él", pero avisó de que "lo tiene que hacer con prudencia porque es una situación de mucho riesgo", que implica que hay que "saber interpretar en cada territorio" cuál ha sido "el mandato de los ciudadanos".

Preguntada por si comparte el criterio de la dirección federal de apoyar todos los pactos que impliquen desbancar al PP de los gobiernos, la presidenta andaluza insistió en que en política no se puede estar "frente a nadie ni en ningún bloque" y subrayó que el PSOE es un partido con una "vocación mayoritaria que no puede perder". Según dijo, para eso está "trabajando día a día" en su tierra y está convencida de que sus compañeros también lo están haciendo. Y, por eso precisamente, se mostró contraria a los pactos globales, de carácter nacional, con determinados partidos.

LINEA ROJA De la misma manera, y aunque aseguró que no cree que Sánchez y ella tengan intereses diferentes, sí aseguró que el líder del PSOE no le ha pedido que respete "ninguna línea roja". Sánchez lleva semanas repitiendo que los socialistas están abiertos a pactar con todos los partidos excepto con el PP y con Bildu. Díaz defendió que el mensaje de los ciudadanos en unos lugares llevará a unos acuerdos y en otros, a otros diferentes, y recalcó que, si no se entienden, se están corriendo riesgos. "Lo que no podemos hacer nunca es estar enfrente contra nadie ni a favor de nadie, ni ser los escudos frente a nadie ni ser la pasarela para otros", dijo.

Dicho esto, también criticó la posición de Podemos en las negociaciones que se están abriendo en España. A su juicio, es "muy llamativo" que este partido "dé por hecho que donde ellos tienen opciones de gobernar el PSOE les tiene que votar" y, mientras tanto, están "poniendo condiciones y pidiendo cheques en blanco en los sitios donde les tiene que apoyar al PSOE". Díaz les pidió que recapaciten porque no puede ser que ellos pongan condiciones y los votos del PSOE sean "gratis".