El Parlamento de Andalucía ha rechazado, por 62 votos en contra de los diputados del PP, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida, frente a 47 a favor, de los del PSOE, la investidura como presidenta de la Junta de la candidata socialista, Susana Díaz. Al obtener, como era previsible, el voto en contra de los 33 diputados del PP, 15 de Podemos, 9 de Ciudadanos y 5 de IU, frente a los 47 favorables del PSOE, Susana Díaz no ha logrado la mayoría absoluta necesaria para ser investida presidenta en primera votación.

La segunda votación se celebrará el viernes por la mañana y en ella Díaz necesitará para ser investida la mayoría simple --más síes que noes--, lo que tampoco parece factible después de que Podemos y Ciudadanos hayan asegurado que mantendrán su voto contrario si no hay "hechos concretos", mientras que el PP lo ha supeditado a la aceptación de sus propuestas.

En el turno de cierre del debate, minutos antes de la votación, Susana Díaz hizo un último llamamiento a los grupos de la Cámara para que "permitan" que el Ejecutivo empiece a gobernar, que las instituciones "echen a andar" y la oposición "a rendir cuentas".

BLOQUEO AL EJECUTIVO Durante las dos jornadas de debate, la candidata socialista ha apelado al resultado de las urnas y ha esgrimido todo tipo de argumentos para pedir que le dejen gobernar, como que la gente no entenderá que "el nuevo tiempo político implique bloquear" que se forme el Gobierno o que los ciudadanos "no tienen un minuto que perder".

Los líderes del resto de las formaciones han coincidido, por su parte, en atribuir la responsabilidad a Díaz por haber decidido anticipar las elecciones ante una supuesta inestabilidad de su Gobierno, y han reclamado "hechos" tras expresar su desconfianza por la falta de credibilidad, en su opinión, de los socialistas. Asimismo, han cuestionado muchas de las medidas incluidas en su programa de Gobierno, entre ellas varias de las leyes anunciadas porque ya fueron prometidas en anteriores mandatos.

Pese al desacuerdo general, el PP, Podemos y Ciudadanos han dejado la puerta abierta a negociar, siempre que haya una respuesta concreta a las condiciones planteadas por dichas formaciones, que han apelado al nuevo escenario político en Andalucía.

En contra de lo que parecía en los últimos días, en los que se produjo un acercamiento entre el PSOE y Ciudadanos, que han impulsado un pacto contra la corrupción, el partido que lidera Albert Rivera elevó ayer el nivel de exigencia al condicionar su abstención a que "en el momento en que esté firmado (el pacto) el PSOE tendrá que tomar una serie de decisiones inmediatamente, como que Chaves entregue al día siguiente su acta de diputado".

Ciudadanos ha exigido también un paquete de medidas económicas y sociales, mientras que Podemos, aunque ha agradecido los "guiños" hacia su partido y ha asegurado que le gusta "la música y la letra" de algunas propuestas socialistas, ha recalcado que quiere "hechos" y garantías de cumplimiento.

El líder del PP-A, Juanma Moreno, mostró su voluntad de llegar a "pactos y acuerdos" tras ofrecer a Díaz un plan de trabajo para esta legislatura con 146 medidas, aunque lamentó que su voluntad, según dijo, sea la de "marginar" a los populares.

El coordinador general de IU Andalucía, Antonio Maíllo, ha sido el más contundente en su rechazo, en cualquier votación, a la investidura de Díaz, de la que ha dicho: "Quien no la conozca que la compre, nosotros no vamos a hacerlo".