Los problemas políticos y económicos de Venezuela han provocado un incremento de la comunidad de ciudadanos de este país en Córdoba y, en general, en España durante los últimos años. La provincia está registrando un aumento de la llegada de inmigrantes que solicitan asilo y los 207 ciudadanos venezolanos contabilizados por la Subdelegación del Gobierno hasta mediados del pasado mes de julio representan una subida del 40% respecto a los 147 de todo el año 2014.

Los datos apuntan que la subida ha sido paulatina, porque en el 2015 ya había 151 venezolanos en la capital y la provincia, y la cifra llegó a 194 en el ejercicio 2016. Además de esto, el número de personas anotado hasta julio revela que en lo que va de año se ha incrementado un 7% la cifra de venezolanos que se encuentran en Córdoba con una petición de asilo.

Desde la Subdelegación destacan que para conceder el asilo la persona debe ser refugiada (porque tenga temor fundado a ser perseguida en su país por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas o pertenencia a determinado grupo social de género o de orientación sexual) o tiene que tratarse de un ciudadano que no puede regresar a su país por motivos fundados como una condena a pena de muerte, tortura o tratos inhumanos, o amenazas graves contra la vida. En esta línea, detallan que, en estos casos, deben presentar una solicitud de protección internacional que se les expide en la Oficina de Extranjería o en comisarías de Policía autorizadas.

Sobre las condiciones en las que este ciudadano se queda en España, la misma fuente indica que tiene derecho a permanecer en el país hasta que se resuelva la petición, para lo que se le concede una autorización de residencia mientras dure el proceso. También puede ser asistido por un abogado y un intérprete, y tiene derecho a atención sanitaria o a recibir prestaciones sanitarias.

En otro orden de cosas, el secretario de Acción Sindical de UGT en Córdoba, Jaime Sarmiento, tiene nacionalidad española y venezolana, y confirma que «ha aumentado la colonia venezolana». Acerca de este colectivo, precisa que la mayoría son personas que tienen un nivel formativo medio o alto y «entran rápido en el mundo laboral», aunque hay otras que «se buscan la vida» y acceden a diferentes empleos.

Jaime Sarmiento cree que sus compatriotas emigran «por los problemas de inseguridad o por la necesidad que se está pasando en Venezuela», aclarando que «no considero a mis paisanos emigrantes económicos, sino que lo hacen por diferencias políticas o por inseguridad ciudadana, y porque pueden hacerlo, porque tienen familia o amigos que le abren la puerta para venir». No obstante, en referencia a las peticiones de asilo precisa que «políticamente, no veo el país tan mal como para pedirlo en ese número tan elevado que lo solicitan».