La población de Seyne-les-Alpes está preparada para recibir a los familiares de las víctimas en el accidente del avión deGermanwings. Entre 350 y 400 camas se han puesto a disposición de los familiares para el caso de que deseen pernoctar en la población. Se prevé que puedan llegar a la población del orden de 300 personas. Dos restaurantes del pueblo han abierto y se han comprometido a dar servicio gratuito a los visitantes.

"Todo el pueblo está volcado en ayudar a las familias de las víctimas", ha asegurado a la prensa internacional el alcalde de la población, Francis Hermitte. "La montaña era fuente de placer y deporte, y ahora también es motivo de dolor", ha dicho Hermitte.

Los familiares de las víctimas que viajaban en el Airbus A-320 que se estrelló en los Alpes franceses tendrán la oportunidad de aproximarse "lo más cerca posible" al punto del siniestro, aunque no llegarán hasta el mismo lugar a causa de la investigación en marcha.

Un portavoz de la aerolínea Lufthansa (cuya filial de bajo coste Germanwings operaba el vuelo), Michael Lamberty, ha explicado que se descarta que los allegados de los fallecidos puedan sobrevolar el lugar donde están los restos, ya que los helicópteros van a ser utilizados para rescatar los cuerpos y recopilar pruebas.

Pese a la solidaridad de la población de Seyne-les-Alpes, no se espera que los familiares pasen la noche en la población. Un avión de Lufthansa con 64 familiares de víctimas ha despegado del aeropuerto de El Prat a las 10.05 horas, y se espera su regreso a Barcelona esta misma noche. Los familiares van acompañados por un técnico de Protección Civil, tres médicos del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) y tres técnicos de apoyo.

Un primer grupo, formado por 14 familiares de las víctimas y 11 miembros del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y de Cruz Roja, partió la noche de este miércoles por carretera alrededor de las 21.00 horas hacia Marsella. En Marsella se unirán ambos grupos, que desde esta ciudad del sudeste de Francia emprenderán viaje por carretera hasta Seyne-les-Alpes. Salvo imprevistos, todos los familiares regresarán al aeropuerto de Barcelona y volverán a instalarse en el Hotel Don Jaime de Castelldefels donde han permanecido desde que se produjo el siniestro.