El presidente de la Federación de Peñas, Alfonso Morales, respaldó ayer la decisión del gobierno municipal de esperar hasta última hora para decidir si la cabalgata se suspende o no. Recuerda que «en el 2016, a las 12 del mediodía hacía un sol espléndido y a la hora de la salida cayó una tromba de agua», por lo que se mostró partidario de decidir incluso más tarde, «a las 14 horas». Morales señaló que la cabalgata es un evento en el que trabajan muchas personas durante semanas, por lo que suspenderla debe ser lo último, ya que «la climatología puede cambiar».

No quiso pronunciarse sobre la opción sugerida por Aumente de que la cabalgata salga si llueve poco, señalando que «lo importante es que la seguridad esté garantizada y ese no es mi cometido», explicó. Sobre la prueba de alcoholemia a conductores, dijo que «cuanta más seguridad, mejor» y respecto a qué pasaría con los caramelos, juguetes y demás productos de la cabalgata si no sale, aseguró que se repartirían en Diputación y, si sobra algo, «sería el Ayuntamiento se encargaría del sobrante y no las peñas».