Si la noche del sábado, durante su coronación pontificia en la Mezquita-Catedral, todo era solemnidad, pompa y boato en torno a la Virgen Conquistadora , es de suponer que le tuvo que alegrar aún más el que, apenas ocho horas después, sobre las seis de la madrugada, sonaran en Córdoba los primeros cohetazos de su romería. Y es que la marcha de retorno de la imagen ya coronada a su santuario, que comenzó en la Mezquita Catedral a las 8 de la mañana, fue una muestra insólita e histórica para la hermandad del cariño popular que despierta la Virgen de Linares. Desde el peñista más despegado al devoto, desde la autoridades municipales (que salieron a despedirla a la puerta del Ayuntamiento, con el alcalde a la cabeza) hasta el turista despistado que se unía a la comitiva unos cientos de metros... Todo un peculiar cortejo que vivió momentos emotivos al atravesar la ciudad, ya que cofradías, particulares e instituciones (como el citado Ayuntamiento) rindieron cariñosos tributos a la más antigua devoción cordobesa. Particularmente intenso fue el encuentro con María Auxiliadora en su santuario salesiano del barrio de San Lorenzo, que unió por unos instantes a las dos últimas imágenes cordobesas coronadas.

Eso sí, tantas muestras de cariño y la necesidad de acompasar la marcha al ritmo de los portadores de las parigüelas ralentizaron la romería, que no salió de la ciudad hasta bien pasado el mediodía. Todo ello, unido al sol que caía a plomo camino del santuario, se dejó sentir y más de un romero, autoridades y cargos de la hermandad incluidos, llegaron medio deshidratados sobre las 3 de la tarde.

Sin embargo, ni el cansancio ni el sol restaron alegría a la fiesta. Los alrededores del santuario, convertido en un vergel con las lluvias del invierno, hacía horas que estaban tomados por devotos y perolistas . Un ejemplo del ambiente: el perol que guisó por encargo de la hermandad el equipo de Blas Coca para 700 personas con 55 kilos de arroz, 80 de tomates, 3 de ajos, 25 de pimiento y 125 kilos de magro y pollo... "Y es de los peroles que no sobra ni un grano de arroz", decía orgullosa Pepa.

LAS CARROZAS Por supuesto, no puede olvidarse la relación de las carrozas galardonadas, que encabezó con el premio especial la peña Alminar, mientras que Los de Santiago ganaban el primer premio. Les siguieron las carrozas de Amigos de San Lorenzo, Los Romeros de la Mezquita, El Minarete, La Alegría de la Viñuela, Amigos de Fátima, Fuente de la Salud, Fátima 92, Fosforito, Cultural Flora, Savia Cordobesa, Ritmo y Compás, Sol y Luna, Los Romeros de la Paz y, fuera de concurso, se reconoció a Los Amigos de El Higuerón.