El 94% de los cordobeses que se enfrentan a la difícil decisión de donar los órganos de un familiar tras su muerte dan el «sí quiero». Un año más, el hospital Reina Sofía registra una cifra récord, la máxima de su historia, en tasa de donantes, 74,5 por millón de habitantes, la más alta hasta el momento desde el 2009, cuando el centro, con 56 donantes, alcanzó una tasa de 70 donantes por millón de población.

La Consejería de Salud hizo ayer balance de los datos de donaciones de los hospitales andaluces, en los que el Reina Sofía sigue ocupando un lugar destacado. El año pasado, el centro contabilizó 50 donaciones que permitieron realizar un total de 173 trasplantes de órganos, 26 menos que en el 2015, cuando se registró la cifra más alta de la historia del complejo sanitario, con 199. Durante los primeros siete meses del año, la tasa de aceptación familiar a la donación fue del 100%, cerrándose el 2016 con una tasa del 94%, un 14% por encima de la del 2015, con solo seis negativas.

El hospital mantiene en esta materia la línea ascendente iniciada hace más de un lustro tanto de donaciones como de trasplantes. El año pasado, el número absoluto de donantes se incrementó en un 44%, pasando de los 33 en el 2010 a los 59 del 2016, cuando el hospital celebró el 40 aniversario de su puesta en funcionamiento.

Por órganos, el hospital realizó 53 trasplantes renales (uno de vivo), 58 trasplantes hepáticos (5 de vivo), 22 cardíacos, 33 pulmonares y 7 pancreáticos. Del total de trasplantes realizados, 16 fueron en niños. Cabe señalar que el Reina Sofía es centro de referencia nacional en trasplantes infantiles de hígado, pulmón, corazón y progenitores hematopoyéticos, así como para el implante de pulmón y páncreas en adultos. Asimismo, es referente andaluz para trasplantes combinados en niños de hígado y riñón.

Según los datos facilitados por la Consejería de Salud, para obtener más donantes se está desarrollando la donación en asistolia (a corazón parado), de manera que de las 59 donaciones del 2016, 14 fueron en asistolia, el doble de las que se realizaron el año anterior, multiplicando por cinco el número de intervenciones de este tipo desde que se implantó en el año 2013. A diferencia de la mayoría de donantes, que habitualmente están ingresados en la UCI y fallecen por un daño cerebral severo, el donante en asistolia fallece a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria, por lo que el latido cardíaco se para de forma irreversible.

El consejero de Salud, Aquilino Alonso, recordó ayer el hito de la sanidad pública logrado en este hospital, cuando en mayo del año pasado hizo posible el primer caso en España de trasplante hepático infantil de vivo con extracción del segmento hepático por laparoscopia, una técnica que se utilizó en el 2016 cinco veces, «lo que demuestra que cada avance es un logro que abre nuevas posibilidades a los pacientes que aguardan un órgano».

En los primeros 11 días de enero del año 2017, el sistema sanitario público andaluz ha registrado 18 donaciones en distintos puntos de la comunidad que han hecho posible 40 trasplantes, 27 de riñón, 9 de hígado, 1 de corazón, 2 de pulmones y uno de páncreas.