El Córdoba CF realizó ayer su presentación oficial ante su afición en El Arcángel con 10 novedades en su plantilla (tendrán que llegar a ser 12 o 13) y con una victoria ante el Real Betis, equipo de Primera División, que aunque jugó con varios jugadores del filial, tuvo una noche desafortunada al estrellar dos balones en los palos, mientras que el Córdoba, a nueve minutos del final, logró desequilibrar el marcador a través de Sasa Markovic, que ya avisó ante el Atlético Sanluqueño que se guardaba el gol para el día de la presentación oficial. Y cumplió.

Con algo de retraso se inició la presentación del Córdoba 2017/18. Un Córdoba que sueña con poder luchar por la zona noble de la tabla clasificatoria en Segunda y olvidar los tres fracasos consecutivos que arrastra desde el descenso de Primera. Para ello, la renovación de la plantilla ha sido profunda, ya que ayer presentó 10 novedades: el portero Stefanovic; los laterales derechos Fernández y Loureiro; los centrales Joao Afonso y Josema; el lateral zurdo Dani Pinillos, los centrocampistas Álex Vallejo y Romero y los delanteros Sergi Guardiola y Jona. El 60% de las nuevas caras se concentran en la portería y la defensa, zona del equipo que no ha funcionado en las dos últimas temporadas, en las que el Córdoba ha sido de los equipos más goleados de Segunda División, sobrepasando los 50 goles encajados.

Tras el acto protocolario, el detalle de la noche lo protagonizó el presidente de la entidad blanquiverde y dos de sus consejeros, que presenciaron el partido desde la nueva grada de animación, que está mayoritariamente ocupada por el grupo ultra Brigadas Blanquiverdes. Toda una declaración de intenciones para la presente temporada.

El Córdoba, ya en lo estrictamente deportivo, dejó algún detalle y otras notas a mejorar. Individualmente marca pinceladas con hombres que tienen calidad, como Jaime Romero, que dio la asistencia de gol, la velocidad de Javi Galán o, de nuevo, la constatación de que Stefanovic sigue mostrando nivel bajo palos.

En lo meramente táctico o técnico, el equipo de Carrión es un dechado de buenas intenciones, aunque aún debe seguir trabajando, lógicamente, muchos aspectos. Este Córdoba deja la incógnita sobre la capacidad para llegar al área rival. Intenta construir desde atrás, se impone de manera obligada jugar con cierto criterio en el mediocampo, pero en lo que se refiere a los últimos metros deja aún demasiadas cosas en el aire. Cosa lógica, por otra parte, dado el tiempo que se lleva trabajando.

El duelo fue, probablemente, el más espeso que ha jugado el conjunto blanquiverde en lo que se lleva de verano. También lógico por la entidad de un rival que también aprovechó para probar a sus jóvenes talentos del segundo equipo. Una primera parte equilibrada, con mejores intenciones locales aunque ocasiones más claras por parte de los de Setién, dio paso a un segundo acto en el que parecía que el Betis iba a llevarse el encuentro. Dos buenas intervenciones de Stefanovic, dos balones al palo fruto de sendos disparos de Julio y Roberto González y otra oportunidad de Camarasa fueron respondidas, por una subida de Fernández, un disparo alto de Ramos y un golpe franco de Romero. Precisamente, éste último demostró su nivel y sirvió a Markovic en bandeja el gol del triunfo blanquiverde cuando parecía que el empate iba a ser el mal menor.

Todo le salió a pedir de boca a este nuevo Córdoba que volvió a presentarse en El Arcángel con victoria.