La asociación de vecinos Puente Romano se mostró ayer a favor de mantener las viviendas, bares y el colegio Rey Heredia, que iban a desaparecer con la ampliación de la plaza de Santa Teresa y el Museo de Bellas Artes. "Nunca hemos estado de acuerdo con tirar esa manzana", aseguraba su presidenta, Carmen Sevilla, ya que "quitar todo y dejar una plaza grande para que se vea La Calahorra no tiene sentido". Carmen Sevilla está convencida de que cuando los propietarios de esos inmuebles, algunos de los cuales están cerrados, tengan la certeza de que podrán seguir ahí, llevarán a cabo obras, podrán vender, la zona cambiará "y quedará bonita".