El PSOE asume el mal resultado y lo desliga de la gestión municipal

Con los datos de las elecciones del domingo sobre la mesa, el PSOE de Córdoba asume «un resultado malo del que no estamos nada satisfechos». Así lo reconoció ayer el secretario de Organización, Antonio Ruiz, quien recordó que «venimos de ganar las últimas cuatro elecciones y, evidentemente, este resultado no es positivo para nosotros». ¿Habrá algún cambio interno? Ante esta pregunta, el también presidente de la Diputación de Córdoba afirma que no, porque, a su juicio, la bajada de apoyos cosechados por los socialistas responde a una doble clave. Por un lado, alude a que el debate «se ha centrado en los asuntos nacionales», algo que suele ser habitual cuando la cita con las urnas es para elegir al Gobierno de España, y, por otro, «al efecto que ha tenido la estrategia de Unidos Podemos, que ha movilizado a la derecha». El PP, apuntó, «ha calado con el mensaje del miedo y el rechazo a que Pablo Iglesias pudiera estar en el Gobierno, como presidente o formando parte del mismo». En Córdoba, además, «han tenido un padrino», en referencia a Julio Anguita, y «juntos han ido con el único fin de desbancar al PSOE como primera fuerza de la izquierda». Ruiz se felicitó de que no haya sido así y que los socialistas se mantengan como segunda fuerza en el conjunto del Estado, aunque con cinco escaños menos que en diciembre.