El proyecto del cercanías cuenta con un respaldo mayoritario pero no termina de arrancar. Desde que una comisión técnico y vecinal reclamó la puesta en funcionamiento del servicio entre Alcolea y Villarrubia el año pasado, el Ayuntamiento ha estado trabajando para su estreno, que se está alargando. No pudo ser en el 2016, tampoco al principio de este año, ni siquiera al inicio del presente curso escolar, entre otras razones porque las negociaciones con Renfe para la firma del contrato se han alargado durante meses. La fecha anunciada esta semana por la alcaldesa, Isabel Ambrosio, es el primer trimestre del 2018.

Esta misma semana se ha conocido también el respaldo de todos los grupos municipales, incluso los de la oposición, a levantar los reparos de Intervención al contrato con Renfe para que se pueda firmar el mismo y el cercanías se ponga en funcionamiento. El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, dejó claro el martes que para que se produzca la declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) por parte del Ministerio de Fomento, antes debe haber un pronunciamiento del Pleno del Ayuntamiento.

El PP ha criticado también en estos días el camino elegido, que, a su juicio, podía haber sido más fácil si el Ayuntamiento hubiera firmado un convenio con la Junta y con el Gobierno central que reflejara la intención de poner en marcha el servicio y la necesidad de que sea declarado OSP para que el Estado asuma el coste del déficit de explotación. El Ministerio de Fomento ya anunció este verano su intención de declarar el cercanías como OSP.

El contrato que llega el martes al Pleno prevé adjudicar el servicio por 4,4 millones.