La obra del Palacio de Congresos no ha sido fácil. La intervención iniciada en el 2013 por la Consejería de Turismo y Comercio (que dirigía entonces IU), que no iba a costar más de 3 millones y no iba a demorarse más allá del 2014, se complicó de tal manera que acabó en una paralización a la que la Junta quiere poner fin. Fuentes de Empleo, Empresa y Comercio aseguran que la obra tiene gran complejidad por el valor patrimonial del edificio, que es BIC, y que de las diecisiete actuaciones previstas, solo se han acometido doce. A esto se suman los problemas administrativos a los que la Junta ha tenido que hacer frente en los dos últimos años, ya que fuentes de la misma aseguran que se ha producido un incumplimiento en la ejecución de los contratos, que fueron 38 en total, por parte de la empresa adjudicataria.

La Junta asegura que para salir de esta situación tan compleja administrativa y jurídicamente ha tenido que emprender un proceso «escrupuloso, transparente y garantista» lo más ágil posible, ya que la adjudicataria aún tiene procesos judiciales abiertos que dificultan aún más el panorama. Para actuar con «garantías jurídicas» y «no demorar sine die» la reanudación de las obras, la Junta llevó al Consejo Consultivo la rescisión de los contratos, con el objetivo de obtener informes favorables que respaldasen la continuidad de los trabajos con otra empresa adjudicataria. Además, la Junta elevó a su gabinete jurídico la rescisión de esos contratos para tener garantías en los pasos que iba a dar. Según fuentes de la Junta, esos informes no llegaron hasta la segunda mitad del pasado año, de ahí el tiempo que ha necesitado todo este proceso.

La Junta optó por encargar a la Dirección General de Patrimonio el informe referente a las obras de rehabilitación, que ha analizado el expediente completo, la relación de actuaciones llevadas a cabo y las pendientes y las distintas opciones que hay para acabar la reforma de forma definitiva y poner en servicio un edificio que los organizadores de congresos consideran fundamental.