Mayo, mes de comuniones. Y de gastos para las numerosas familias que ultiman o han terminado estos días los preparativos de la celebración del acto religioso que protagonizarán sus hijos. Según los datos de la Unión de Consumidores de Córdoba, el gasto medio asciende a unos 2.500 euros, cantidad que Consuelo Molina, directora técnica de esta asociación, considera "excesiva".

La comida en un restaurante; el vestido si es niña o el traje si se trata de un niño, además de sus complementos (más numerosos en las primeras, por lo que el precio final se eleva algo más); las fotografías en la Iglesia o/y el correspondiente vídeo y los recordatorios suelen constituir los elementos básicos del Día de la Primera Comunión. El total, según UCE, puede llegar a los 2.240 euros en las niñas y a 2.330 en los niños. Eso, sin contar con la compra de los vestidos y trajes del resto de los miembros de la familia.

DESDE EL VESTIDO AL ROSARIO

La UCE ha realizado una estimación media de los gastos (lógicamente hay artículos con precios más bajos o más elevados) que de forma mayoritaria se hacen para este día. El precio medio del vestido de la niña, según los datos de esta unión de consumidores, ascenderá a unos 323 euros (sitúan el gasto entre un mínimo de 244 y un máximo de 400 euros). A éste habrá que añadir calcetines (7 euros); gorro si lleva (unos 47,5) o diadema (26 euros) y bolsito o limosnera (25). En el caso de los niños hay distintas opciones (entre 133 y 192): el traje de almirante (unos 170 euros), marinero (150) o de calle (150). La corbata sale por unos 12 euros, la pajarita por 10, los tirantes 9 y calcetines 6. El gasto de 2.500 euros también incluye el coste de los zapatos (43 euros); unos guantes (11 euros); una Biblia (32 euros); un rosario (26) y la ropa interior. De otro lado se encuentra la celebración. Una comida para 30 invitados puede ascender a los 1.300 euros (se estima entre 988 y 1.644). Aparte se encuentra el precio de los recordatorios, el vídeo y el correspondiente álbum.

Francisco Sánchez, presidente de Facua-Andalucía, indica que el hecho de que haya mejorado el nivel adquisitivo de las familias y que la sociedad viva hoy en una cultura del consumismo ha contribuido a que muchas comuniones se conviertan en "pequeñas bodas" en las que "los gastos se disparan de manera brutal ya que se contrata un importante número de servicios". Por su parte, la asesora jurídica de la asociación de amas de casa, consumidores y usuarios Helvia (de la federación Al-Andalus), María del Mar Ortega, apunta que estas celebraciones llegan a derivar para mucha gente en un "importante endeudamiento, ya que incluso piden préstamos para celebrar un acontecimiento que de otra manera no podrían pagar", a lo que añade que "es necesario encontrar el equilibrio entre lo que uno tiene y lo que se puede gastar".