La primera gran borrasca atlántica con nombre, Ana, que ya está en retirada de la península, ha dejado a un pescador desaparecido cuando faenaba en aguas mallorquinas y ha complicado las comunicaciones aéreas y marítimas además de ocasionar centenares de incidencias menores. Los fuertes vientos de ayer golpearon con fuerza a Palma de Mallorca (Islas Baleares), donde los servicios de emergencias prosiguen la búsqueda de un pescador de caña arrastrado al agua en Santa Ponça, en la costa del suroeste mallorquín, y piden mucha precaución ante la mala mar, que ha supuesto el cierre de los puertos de Formentera y Ciutadella.

Asimismo, el desplazamiento de Ana hacia latitudes europeas originó la cancelación de 50 vuelos europeos en 10 aeropuertos españoles como consecuencia de la mala meteorología que sacude esa zona. Según fuentes de Aena, el aeropuerto más afectado ha sido El Prat de Barcelona con 21 vuelos cancelados, seguido del Adolfo Suárez Madrid-Barajas con ocho cancelaciones, el de Alicante (4), Bilbao (4), Ibiza (4), Palma de Mallorca (3), Málaga (2), Santiago de Compostela (2), Fuerteventura (1) y Santander (1). En el levante peninsular, un total de 12 vuelos con salida o llegada al aeropuerto de Manises (Valencia) sufrieron a lo largo de la mañana retrasos de entre 15 y 140 minutos debido a los fuertes vientos ligados a la borrasca. El trásfico en el estrecho estuvo cerrado unas horas.

RACHAS DE VIENTO / Las rachas de viento entre 140/145 kilómetros se sintieron con fuerza en comunidades del norte penisular, como País Vasco y Santander, donde se produjeron numerosas caídas de arboles y ramas e inundaciones en casas y locales. En Galicia, una de las zonas más castigadas por el primer gran temporal del otoño, se atendieron más de 300 incidentes, sobre todo en la provincia de A Coruña, donde se contabilizaron 109 incidentes causados en su mayoría por la caída de árboles y ramas, que no obstante no causaron heridos.

Además, en la provincia de Pontevedra se registraron 74 incidentes, seguida de Ourense (69) y Lugo (55); en esta última provincia, 1.706 usuarios estuvieron sin suministro eléctrico como consecuencia de las múltiples incidencias provocadas por las fuertes rachas de viento y las copiosas precipitaciones que trajo consigo la borrasca. En la localidad de A Lama (Pontevedra) se recogieron 231 litros por metro cuadrado, seguida de Beariz (Orense) con 209, 6 litros, A Estarad (Pontevedra) con 169,6 litros y de Rois (A Coruña) con 162, 6 litros por metro cuadrado.

En Madrid se gestionaron 67 incidencias y casi todas como consecuencia del viento debido a que la lluvia apenas ha dejado grandes acumulaciones.

Las previsiones meteorológicas apuntan a una mejoría de la situación y, a este respecto, la portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Delia Gutiérrez, señaló ayer que «lo peor de la borrasca ya ha pasado», aunque no fue hasta última hora del lunes cuando se dio por finalizado este episodio.