El precio del aceite de oliva no ha dejado de caer desde que se inició la nueva campaña olivarera, llegando su cotización en las dos últimas semanas a niveles inferiores a los dos euros, una barrera psicológica de la que se estuvo lejos en la cosecha anterior ante la fuerte reducción de la producción. El valor del aceite virgen extra cayó hace quince días a 1,93 euros, mientras que la pasada semana subió ligeramente hasta 1,98. Este último valor es un 31% inferior a la cotización de hace un año, cuando el kilogramo estaba en 2,87 euros y marcaba tendencia alcista hasta llegar a los 3 euros en el mes de febrero y marzo. Desde entonces, el precio del virgen extra no ha dejado de bajar, registrándose el mayor descenso tras confirmarse las buenas previsiones de la cosecha actual. Así, la Consejería de Agricultura estimó en su primer aforo de octubre una producción en Andalucía de 1.312.244 toneladas de aceite, una previsión que supera un 32% la media de las cinco campañas anteriores.

En el caso de Córdoba, la Junta prevé que la cosecha se sitúe en 273.774 toneladas, un 15,1% más que la media del último lustro. No obstante, desde las organizaciones agrarias se ha exigido que se modificara la previsión por la falta de precipitaciones que hubo en otoño y que pudo mermar la producción.

Los olivareros aseguran que varios factores están influyendo en esta brusca disminución del aceite virgen extra, que se ha traslado también al resto de las categorías. Por un lado, las almazaras reconocen que están teniendo que vender más aceite del que querrían para responder a los costes de recolección a los que han tenido que hacer frente los olivareros. A esto hay que unir también la falta de capacidad de almacenamiento en la que se han encontrado numerosas cooperativas e industrias aceiteras al recogerse muy rápido la cosecha de aceituna ante la escasez de lluvias durante el otoño. Así, solo en octubre y noviembre (últimos datos disponibles de la Agencia del Aceite de Oliva), se han molturado en la provincia 255.331 toneladas de aceituna, un 108% más que en la campaña 2012/2013. El aceite de oliva obtenido asciende en esos dos primeros meses a 41.589 toneladas.

Pese a este importante descenso en origen de los precios del aceite de oliva, el consumidor aún no lo está notando en sus bolsillos. La mayor parte del producto que está en las estanterías se adquirió con precios más elevados, por lo que, según los expertos, el comprador final comenzaría a beneficiarse de esta caída de las cotizaciones dentro de un par de meses. Cooperativas y almazaras industriales consultadas por este periódico han afirmado que, por el momento, no tienen pensado reducir el precio de venta al público a corto plazo.