Aunque el sector de las energías renovables se sigue quejando del paron producido en los incentivos y en las primas para la construcción de este tipo de plantas, la actividad, aunque se ha visto ralentizada, no se ha parado definitivamente. Este hecho lo demuestran los datos de la Agencia Andaluza de la Energía, que indican que la potencia eléctrica anual de las energías renovables en Córdoba ha crecido un 115,8% en los últimos nueve años.

Según esta fuente, mientras que en el año 2008 la potencia eléctrica de todas las plantas productoras de renovables (de distinto tipo) de la provincia era de 309,91 megavatios (MW), al cierre del año 2016 esta potencia se había duplicado y llegaba a los 668,84 MW.

Sin embargo, esta evolución no ha sido homogénea para todos los tipos de energía, pues mientras que hay casos como la termosolar que ha experimentado un crecimiento considerable, hay otras como la de biomasa que ha disminuido. Según los datos de la Junta, la potencia eléctrica de la energía termosolar en la provincia era inexistente en el año 2008. Es decir, no había ninguna planta productora, mientras que ahora, con seis estaciones generadoras, produce la mitad de toda la energía renovable de la provincia, al alcanzar los 299,80 megavatios.

Por otro lado, según informa la Junta en su informe, se da la circunstancia de que Andalucía es la comunidad autónoma que dispone de más superficie instalada de captadores solares térmicos a nivel nacional. A finales del año 2016, la superficie total instalada en Andalucía representaba el 27% del total nacional, con un total de 1.021.311 metros cuadrados, de los que el 4,68%, corresponden a Córdoba, donde la superficie total instalada es de 47.845 metros cuadrados. Esta superficie se ha duplicado también en el mismo periodo de tiempo, ya que en el año 2008 dicha superficie apenas superaba los 22.000 metros cuadrados en la provincia.

La segunda modalidad con mayor presencia es la fotovoltaica, que produce 195,48 MW y en el mismo periodo ha experimentado un aumento del 27,7%, puesto que en el año 2008 la potencia instalada era de 153 megavatios.

Incrementos menores se han dado en la producción de origen hidroeléctrico, al pasar de los 71,6 MW del 2008 a los 89,37 de la actualidad, lo que supone un 24,8%. Mientras que en lo que se refiere a la biomasa, según los datos que maneja la Junta, se ha dado un retroceso en cuanto a capacidad productora, ya que los 82,76 megavatios instalados del año 2008 se han visto reducidos hasta los 81,14 del finales del 2016, lo que representa un 1,95% menos en esta década.