La jornada de ayer, víspera del Día Internacional contra la Violencia de Género, amaneció manchada de sangre. El asesinato de una mujer a manos de su marido en la localidad de Vinarós (Castellón) elevó la trágica cifra de víctimas mortales de este 2017 y reforzó aún más el mensaje de rechazo de todos los estamentos sociales de Córdoba contra esta lacra social. En toda la provincia, se sucedieron concentraciones ante sedes de administraciones públicas (ayuntamientos, Diputación, Junta de Andalucía y Subdelegación), empresas, colegios, hospitales y sindicatos, con minutos de silencio en solidaridad con las víctimas y un mensaje unívoco: el cese de esta forma de terrorismo.

El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, y la coordinadora de la Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación, Marián Aguilar, informaron de que la Policía Nacional protege actualmente en Córdoba a 895 mujeres de sus presuntos agresores, de las cuales 23 son menores de 18 años. Según destacaron, existe un repunte de conductas machistas entre los jóvenes, que no parecen identificar en sus relaciones de pareja formas de violencia intolerables. Primo Jurado aseguró que un tercio de los adolescentes no identifica los comportamientos de control como maltrato. 197 mujeres hacen uso del Servicio Telefónico de Atención y Protección y se han instalado en lo que va de año 122 pulseras a agresores, de las que siguen activas 13. En el ámbito de la prevención, ya son más de 250 los colegios de Córdoba adscritos al Plan Director de Convivencia y Seguridad Escolar, que reciben charlas de la Policía para prevenir la violencia de género.

El 2017 ha sido un año con más denuncias registradas en Córdoba, 860 frente a las 787 del año pasado, y más víctimas mortales en el conjunto de España. Según los datos oficiales, 45, una más que en todo el 2016. Según las asociaciones de mujeres, 77 y 7 menores. Para el subdelegado del Gobierno, «el aumento de las denuncias es un dato positivo porque supone que cada vez más mujeres deciden hacer pública su situación, que es lo que persiguen las campañas que hacemos contra el maltrato», explicó. Fruto de esas denuncias, 242 maltratadores están cumpliendo en este momento condena por delitos de violencia de género en Córdoba, pero solo 55, un 22,7% participan en los programas de rehabilitación en prisión, que son voluntarios. Aguilar destacó que el 70% de los presos que no participan en las terapias reinciden al salir de la cárcel, frente a un 15% de quienes sí acuden. Desde enero, se han registrado en Córdoba 789 llamadas al 016 (número que no deja rastro en la factura), 516 de las cuales fueron presentadas por la víctima y el resto (35%), por su entorno. Aguilar subrayó el crecimiento de llamadas de familiares o vecinos de víctimas, «lo que demuestra la mayor implicación social en este asunto».

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, participó en un acto del PP en Córdoba contra la violencia de género (otra vez sin preguntas), donde aseguró que España está «mucho más cerca que otros países» de acabar con esta forma de violencia «gracias a las políticas que se han llevado a cabo en los últimos años» aunque, puntualizó, «es necesario hacer autocrítica para seguir avanzando». En esta línea, 300 investigadores de 17 universidades están actualmente analizando el patrón de conducta de 400 de los agresores que han asesinado a sus parejas en España, así como a la víctima, su entorno... Las conclusiones de este estudio servirán a partir del verano próximo para afinar al máximo los sistemas de protección de las víctimas. Nieto recalcó que, «de las 45 mujeres asesinadas este año, 9 habían puesto denuncia, 8 de ellas contra quienes las mató», lo que demuestra «que la denuncia es fundamental porque es la única vía para proteger a las víctimas».