Pleno tenso y salpicado de reproches que, como las coplas de ida y vuelta, sobrevolaron de una bancada a otra con un público entusiasta y en algunos momentos afrentoso, que hizo las veces de coro griego. La alcaldesa tuvo que mandar callar en numerosas ocasiones a los asistentes, que aplaudieron algunas intervenciones y dieron la espalda a los capitulares durante la intervención del representante del PP en el debate --especialmente caldeado-- de la moción sobre los desahucios.

El punto más importante de la sesión fue el de los presupuestos municipales (los primeros de este equipo de gobierno), que se aprobaron inicialmente con los votos favorables de PSOE, IU, Ganemos --que dio luz verde al documento en su asamblea-- y Ciudadanos --que rubricó el lunes un pacto-- y después de que los grupos rechazaran un total de 28 enmiendas formalizadas por el PP y 5 más de Unión Cordobesa. Los populares anunciaron que presentarán sus enmiendas en el periodo de alegaciones al presupuesto, que ahora se abre, y que, si no se aceptan, las impugnarán barajando incluso llevarlas al contencioso-administrativo. El portavoz municipal del PP, José María Bellido, también amenazó con llevar a los tribunales el turno de intervenciones del Pleno. Reclaman que su grupo, por ser el mayoritario, cierre todos los debates.

Las cuentas aprobadas contemplan un superávit de 700.000 euros y un montante de más de 395,7 millones de euros de ingresos y unos 395 millones de euros para gastos. La concejala de Hacienda, Alba Doblas, destacó una vez más el carácter social de los presupuestos, "que rescatarán a las personas y no a los bancos" y "que garantizan los servicios públicos", afirmó. En este sentido, la responsable de la Hacienda local subrayó el incremento del 23% en el área de servicios sociales, así como las partidas dedicadas a la oficina municipal de la vivienda o la garantía del suministro vital de agua.

Frente a las críticas del PP, Doblas garantizó la legalidad de los presupuestos, que cumplen con el plan de equilibrio presupuestario y con los informes preceptivos. Precisamente, el ataque de los populares a las cuentas se basa en que "contemplan inversiones inciertas por una cuantía de 11,5 millones de euros con cargo a unas operaciones de préstamos que, a día de hoy, no son posible concertar", dicen.

Por su parte, el concejal de Ganemos Alberto de los Ríos ratificó su apoyo a los presupuestos después de acordar con el equipo de gobierno las que llamaron sus "líneas verdes", que incluían, por ejemplo, la realización de una auditoría social. De los Ríos recalcó "el giro social" y "la atención a las emergencias", sobre todo a la habitacional, que contemplan los presupuestos, así como el mantenimiento de los servicios municipales y la apuesta por el empleo público. El concejal aprovechó su segundo turno de palabra para criticar las políticas de recortes del PP e instó a PSOE e IU a iniciar de inmediato un proceso participativo de cara a los presupuestos del próximo año.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, José Luis Vilches, abogó por abandonar "el todos contra todos" y justificó el respaldo de su formación a las cuentas después de haber negociado con el equipo de gobierno un pacto que incluye algunas medidas como una auditoría de gestión, no económica, de las empresas e institutos municipales; realizar una oferta pública de empleo, después de adecuar la situación laboral de la plantilla de Urbanismo a los resultados de la auditoría o abrir una ventanilla única para emprendedores. Por último, el concejal Rafael Serrano de Unión Cordobesa criticó los presupuestos porque cree que no generarán puestos de trabajo y denunció la subida de tasas, que paralizarán el consumo.