El Plan Turístico de Grandes Ciudades que firmaron la Junta y el Ayuntamiento de Córdoba en junio del 2014, durante el anterior mandato, acaba de cumplir tres años y se encuentra a medio ejecutar cuando quedan solo cuatro meses para que expire la prórroga concedida a mitad del año pasado. Grandes proyectos como el museo de los patios, ubicado en el número 4 de la calle Trueque, o la remodelación de Capitulares ya están terminados pero quedan por ejecutar otras iniciativas de gran envergadura como la adecuación del convento Regina o la conversión de la Torre de la Inquisición del Alcázar en museo. A medio camino está aún la restauración del Templo Romano, que tiene dos fases, de las que está en marcha solo la primera.

La Consejería de Turismo y Deporte de la Junta permite al Ayuntamiento extender la vigencia del Plan Turístico de Grandes Ciudades hasta marzo del 2018, por lo que tendrá cinco meses más para acabar lo que no le dé tiempo hasta octubre del 2017, que es la fecha en la que cumple la prórroga otorgada el año pasado. Fuentes de la Consejería de Turismo han indicado a este periódico que «la finalización del convenio de colaboración para la ejecución del plan es marzo del 2018, fecha en la que las actuaciones han de estar realizadas y justificadas», por lo que el Ayuntamiento cuenta con nueve meses en vez de cuatro para culminar el plan.

En realidad no se trata de que la Junta haya concedido al Ayuntamiento una segunda prórroga. El plan turístico, que debía estar ejecutado para junio del 2016, tuvo ya el año pasado una ampliación de plazo, que es la vigente y la que acabará en octubre. Sin embargo, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Córdoba, y responsable de Turismo, Pedro García (IU), anunció en marzo pasado que no se planteaba solicitar una nueva prórroga para lograr más tiempo para ejecutar los proyectos del plan al considerar que no es necesaria, ya que la ejecución de las tres iniciativas de envergadura que quedan (convento, torre y segunda fase del Templo) podían llevarse a cabo hasta marzo del 2018. El Ayuntamiento entendía entonces que aunque la fecha tope para culminar las actuaciones del plan turístico es octubre y que los trabajos deben estar justificados antes del 5 de diciembre, había un margen de tiempo hasta finales de marzo del 2018 que «se puso de colchón» y que es el que pensaba utilizar para concluir las actuaciones que no estén para octubre de este año.

A pesar de que Turismo indica que la fecha de finalización del convenio es marzo del 2018, fuentes municipales aseguran que el Ayuntamiento aún no ha recibido comunicación oficial de que cuenta con ese plazo de tiempo para ejecutar los proyectos que faltan. En este sentido, el responsable municipal de Turismo, Pedro García, explica que han intentado reunirse con la Junta en varias ocasiones pero «no nos contestan, algo que nos lleva a estar indignados con la situación, que no entendemos». El Ayuntamiento quiere tener la certeza de que puede disponer sin problema hasta marzo del año que viene para emitir la certificación de las obras.

Según fuentes de la Consejería de Turismo y Deporte, la última reunión de la comisión de seguimiento del convenio del plan turístico se celebró en abril y «no se ha fijado fecha para un próximo encuentro».

El área municipal de Turismo está elaborando un balance de ejecución del plan. Aunque no ha sido facilitado a este periódico, fuentes municipales aseguran que los resultados varían poco del anterior, con la diferencia del inicio de la obra del Templo Romano.